Lo perdieron todo. En la frontera de Irak e Irán se registró un terremoto de magnitud 7.3 en la escala de Richter y dejó, hasta el momento, un saldo de más de 421 muertos y 7,300 heridos, además de destruir incontables edificaciones y pistas, según actualizó la AFP este Lunes.
El fuerte sismo azotó el ancestral territorio de Kurdistán, donde se concentra la mayoría de gente kurda —grupo étnico principalmente suní— y es frontera de los países del Medio Oriente Irak e Irán.
“Anoche la situación era terrible. Había muchísimo pánico y mucha gente durmió en la calle”, contó Bishwam Yalal, periodista de la cadena KNN TV que vive en Suleymaniya, en el Kurdistán iraquí, al diario español El País.
El epicentro del terremoto se ubicó, en primera instancia, en Halabya, pueblo del lado iraquí de la frontera. Pero, este lunes, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) y la agencia geológica de Irán reportaron que en realidad el punto se había registrado en territorio iraní. Sar-e Pol-e Zaham, provincia de Karmanshah en Irán, fue la localidad más afectada por el sismo, en donde han muerto al menos 236 personas, según informa El País.