Cientos de personas ubicadas en el centro de la ciudad de San Luis en Missouri (Estados Unidos) protestan a raíz de que un ex policía blanco fuera absuelto de la muerte de un hombre afroamericano al que asesinó a tiros luego de una persecución en el 2011.
De acuerdo a la agencia AP, activistas habían amenazado con desobediencia civil como también el posible cierre de carreteras de concretarse la liberación del ex agente identificado como Jason Stockley de 36 años.
El ex policía, según la citada agencia, manifestó que Anthony Lamar Smith (víctima) tenía un arma y por ello consideró que él se encontraba en peligro inminente por lo que decidió dispararle.
Tras alegar lo mencionado, los fiscales señalaron que Stockley había sembrado una pistola en el vehículo de Smith luego de lo ocurrido. El ex agente solicitó que el caso lo decidiera un juez y no un jurado.
Kim Gardner, abogado del circuito de San Luis, reconoció la dificultad de ganar procesos sobre tiroteos policiales, pero dijo que los fiscales creen que “ofrecieron evidencia suficiente que demostró más allá de una duda razonable” que Stockley pretendía matar a Smith.
Robert Steeler, vicefiscal de circuito, hizo hincapié en el juicio que tomas de video de la persecución registradas por la cámara ubicada en el tablero del auto patrulla captaron a Stockley mientras afirmaba que iba “a matarlo, en serio”.
En las imágenes se aprecia como el ex agente en aquel entonces baleó a Smith cinco veces. Al verlas, el abogado de Stockley lo describió como un acto guiado por “emociones humanas” durante una persecución policial peligrosa.
Además, el juez señaló que la afirmación de Stockley “puede ser ambigua, dependiendo del contexto”.