“Siempre soñé con ser papá, desde adolescente. Era muy raro, pero tenía muy claro que tenía un amor gigante para dar a un hijo”. (Foto: Martín Pauca).
“Siempre soñé con ser papá, desde adolescente. Era muy raro, pero tenía muy claro que tenía un amor gigante para dar a un hijo”. (Foto: Martín Pauca).

A los 12 años fue uno de los conductores de uno de los programas más vistos por los niños, Chiquitoons. Ha hecho cine, novelas, es empresario y ahora lo vemos todas las noches protagonizando Papá en apuros. Se trata de , quien también acaba de debutar como padre.

Eres el protagonista de Papá en apuros. ¿Qué es lo que más resaltas de esta experiencia?

Ya terminamos de grabar hace una semana y me ha gustado un montón. Una de las cosas que más resalto es esa gran química, esa gran amistad, gran familia que se ha formado en la vida real con todos los actores. Eso ha permitido que se pueda crear un producto donde se siente que hay cariño, se siente que hay complicidad.

¿Recibes muchos comentarios del público en la calle?

Al comienzo, la gente me decía ‘Martín’ o ‘Papá en apuros’. Ahora me dicen ‘Comandante’, se paran y hacen una venia (risas). Van variando, pero es muy bonito darse cuenta de que la gente se acuerda e interioriza el nombre de los personajes porque muchas veces se acuerdan del nombre del artista o de personajes pasados, pero en este caso la gente tiene clarísimos los nombres de los personajes, se saben la historia de memoria y la viven apasionadamente. No solo en Perú, sino en muchos países del mundo, Sudamérica, Rusia, Alemania, España y Francia, hasta me escriben de Asia.

¿No te incomoda haber perdido el anonimato?

Una de las cosas que me pasó cuando estuve en Chiquitoons, a los 12 años, fue que perdí el anonimato, a pesar de que no había redes sociales. Yo no tenía la posibilidad de ir al Daytona Park, por ejemplo, que era un lugar de esparcimiento para niños y jóvenes. No podía ir porque llegaba un montón de gente a pedir autógrafos, no te dejaban pasar, no podías caminar. Entonces, hubo muchas cosas que tuve que dejar de hacer. Además, en esa época tú encontrabas el teléfono de cualquier persona en la guía telefónica. Al día, llamaban unas siete personas durante dos años y medio o tres años. No solamente me llamaban a mí, sino a toda la familia Rey de Castro, porque trataban de encontrarme a mí. Eso me chocó bastante eso y fue difícil de manejar. Tenía 12 o 13 años. Ya aprendí a manejar el anonimato en esa etapa de mi vida y sé que estar expuesto es una consecuencia no buscada, lo que nos queda es manejarlo de la manera más saludable y lo más bonito es tratar de utilizar esa exposición en favor de causas sociales.

(Foto: Martín Pauca).
(Foto: Martín Pauca).

Tu personaje en Papá en apuros es un poco inocente. ¿Te ves reflejado en él de alguna manera?

La inocencia es lo que caracteriza a Martín porque tiene como premisa confiar en los demás. Es un marino muy correcto. Es un ser que está rodeado de personas correctas, en las que confía. Además, tuvo una sola relación importante en su vida, que fue con la mamá de sus hijos, entonces, no tiene muchas experiencias. Es una inocencia muy poco vista en este mundo. Eso le juega en contra, pues se deja manipular.

¿Te ha tocado vivir algo parecido?

Creo que es inevitable que todos los humanos hayamos pasado por momentos de inocencia. Conforme vamos creciendo, la vida nos va enseñando que no todo es amor, no todo es pureza, que no toda la gente es buena. Definitivamente, a lo largo de la vida, nos encontramos con personas que no necesariamente tienen buena energía, que a veces se acercan por conveniencia, que traicionan o que piensas que son tus amigos verdaderos y cercanos, pero que no se ponen felices con tus logros, sino, por el contrario, generan una energía rara.

También eres ingeniero industrial y en un momento dejaste la actuación para dedicarte a eso.

Sí. He hecho un poquito de todo en la vida. Tengo varias carreras además de la actuación, en realidad, he estudiado ingeniería industrial, he estudiado actuación, también estudié para ser profesor de yoga. Además, tengo una maestría en gestión de proyectos culturales. He tenido una empresa de otro rubro. Mi vida ha ido mutando un poco.

Pero la actuación tiene un lugar privilegiado.

La actuación me ha permitido que en una sola vida yo pueda vivir muchas vidas, que es la vida de los personajes que me toca encarnar o construir. Me encanta la actuación, y si involucra mezclarse con la música, me gusta más. También me gusta mucho mi faceta empresarial. No cambiaría nada de lo que he hecho porque de todo he aprendido y gracias a todo lo que he hecho soy lo que soy ahora.

¿Piensas retomar tu carrera musical?

En algún momento en una radio romántica comenzaron a emitir “Decir adiós”, que es una canción que hicimos para la película Av. Larco, junto con Diego Dibós, una versión de la canción del grupo Amen. Al programador se le ocurrió poner la versión que hice y me fue increíble, estuvo varias semanas en primer lugar de votación y fue maravilloso. Me encantaría en algún momento hacer conciertos y giras.

Hace poco debutaste como papá.

Sí, ha sido muy lindo, es algo que siempre había soñado. Siempre soñé con ser papá, desde que era adolescente. Era muy raro, pero yo tenía muy claro que tenía un amor gigante para dar a un hijo, así que es un sueño hecho realidad y los momentos con él los atesoro, los valoro, son increíbles. La paternidad es como si conocieses el verdadero amor, que no deja de crecer y es un amor en el que no esperas nada a cambio, solo estás con muchas ganas de dar y dar.

AUTOFICHA

  • “En la adolescencia se me cruzó por la cabeza la posibilidad de ser marino, así que investigué mucho y una vez que me enteré de que había sido elegido para Papá en apuros, leí un montón. He conversado con marinos, he estudiado los protocolos y los procedimientos”.
  • “En la segunda mitad de este año se estrenará la película No te mueras por mí, dirigida por Danny Rehder, producción en la que tengo la suerte de actuar con Ximena Palomino como protagonista. La cinta primero va a pasar por los festivales y luego llegará a las salas peruanas”.
  • “Este año tengo dos posibilidades de ficción en Perú, una más concreta de cine y otra para una plataforma; hay que ir evaluando qué es lo más bonito y retador profesionalmente, elegir los proyectos que sigan contribuyendo con esta fogata de pasión a la que siempre hay que meterle leña”.