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Después de años de visitar ocasionalmente la cárcel, ser arrestada por conducir ebria, drogada y escandalizar a Hollywood con el robo de un collar, la actriz Lindsay Lohan concluyó su periodo de libertad condicional.
La magistrada a cargo del caso, Stephanie Sautner, indicó que la artista cumplió con las horas de trabajo comunitario en la morgue y las sesiones de psicoterapia ordenadas.
"Usted debe vivir su vida de una forma más madura, dejar las salidas nocturnas y concentrarse en su trabajo", le recomendó la jueza. "Sé que es difícil cuando tiene gente siguiéndola a todas partes, pero esa es la vida que usted eligió", agregó.
"Quiero agradecerle, su señoría, porque usted me ha abierto muchas puertas, realmente lo aprecio", dijo Lohan, quien vestía con un sobrio saco celeste y una blusa negra.
"Espero no volver a verla (…) Ya sabe lo que tiene que hacer", respondió la jueza, que liberó a la actriz de la libertad condicional por conducir ebria en 2007 y le redujo la pena por el robo de un collar en enero de 2011 a una probatoria sin supervisión, que terminará en mayo de 2014, pero la protagonista de "Mean Girls" no necesita comparecer ante la corte a menos que cometa una nueva falta.
La actriz, quien asegura estar centrada en su carrera artística, participará en un episodio de la última temporada de Glee. Además, firmó un contrato para interpretar a Elizabeth Taylor en una película para televisión.
