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Bad Bunny hace lo que le da la gana… y lo viene haciendo bien [RESEÑA]

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Fecha Actualización
Cuando Bad Bunny vino a Perú por primera vez en 2017, estaba estigmatizado como un reggaetonero más. Le habían puesto la cruz por sus líricas irreverentes y, claro también, por su nombre artístico: ‘Conejo malo’ ¿Qué nos quería decir?
A Benito Martínez Ocasio lo prejuzgábamos por incursionar en el trap, ese género urbano conocido por su ritmo lento y letras relacionadas a las drogas, sexo y tiradera (temas en los cuales enfrentas a otro artista con rimas).
Sin embargo, tres años más tarde, este puertorriqueño de 25 años ha demostrado que de “malo” ya no tiene absolutamente nada. Es 2020 -año bisiesto- escogió el último día de febrero para estrenar su último álbum: YHLQMDLG (Yo hago lo que me da la gana).
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La portada de este disco de 20 canciones fue revelada un día antes del lanzamiento oficial en el programa de Jimmy Fallon. Era la segunda vez que Benito era invitado a este night show y, sabiendo que su audiencia llega a millones, eligió cuidadosamente su vestimenta.
Vistió un saco rosa, falda negra y crocs verdes. Además, llevaba un polo con un mensaje impregnado en español: “Mataron a Alexa, no a un hombre con falda”. Alexa era una mujer transgénero que fue asesinada en Puerto Rico producto de un crimen de odio.
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Y es aquí en donde radica la diferencia de Bad Bunny: si a este artista le quitáramos esa iniciativa de protestar e involucrarse con causas sociales, quizá sí sería un reggaetonero más que solo le interesa facturar a fin de mes. Pero este no es el caso.
Benito va más allá y ve al género urbano y a la fama como un megáfono que le sirve para voltear los reflectores hacia las minorías y los más necesitados. ¿Recuerdan cuando, junto a Residente, participó en las multitudinarias marchas que exigían la renuncia del exgobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló?
¿Por qué este cantante, que antes era un empaquetador de supermercado, apoyó estas manifestaciones? Simple: en agosto de 2019, se filtraron chats de Rosselló en los cuales escribía comentarios homófobos y misóginos. Para el Conejo Malo, esto era más malo que su propio nombre artístico.
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Con el lanzamiento de YHLQMDLG, Bad Bunny ratifica su inconformidad con las injusticias y, sobretodo, con el machismo:
“Qué ningún baboso se le pegue / que la disco se prenda cuando ella llegue”, canta, por ejemplo, en ‘Ella perrea sola’.
“Yo sé que no eres fan del romanticismo / y que estás cansada de que estos cabrones te digan lo mismo”, dice en ‘A tu merced’.
Pero YHLQMDLG no deja de ser un álbum que apunta a las masas hambrientas por ese reggaetón clásico que muchos, de los que nacieron entre 1994 y 1995, extrañan.
Este disco puede tomarse como un homenaje a aquellas épocas en las cuales ‘Déjale caer todo el peso’ y ‘Soy una gárgola’ eran temas imperdibles en discotecas limeñas desaparecidas tales como ‘La calle 8’, ‘Los botes’ o ‘Niza’. Esta última, hoy convertida en una inmobiliaria ubicada en la cuadra 15 de la Av. Arequipa.
Justamente ‘Safaera’ recoge esa añoranza cuya esencia se basa en los famosos mixtape que Dj Playero, allá por 1992, creó en su estudio. Este padre del reggaetón creó los sonidos y los samples que suenan en dicho tema.
De hecho, los inicios de Daddy Yankee se remontan al conocido mixtape ‘Playero 37’, en el cual, ‘El Cangri’ acuña el término ‘Reggaeton’ y así nace oficialmente este movimiento. Escuchen primero ‘Safaera’ y luego, compárenlo con el video subsiguiente:
Ahora, escuchen este mixtape de Dj Playero en el cual canta un joven y amateur Daddy Yankee:
Para Bad Bunny, no fue complicado identificar las referencias hacia esos temas clásicos porque él creció escuchando a los veteranos Daddy Yankee, Arcángel, Ñengo Flow, y Jowell & Randy. Curiosamente, ellos ahora colaboran en YHLQMDLG.
En ‘La Santa’, por ejemplo, se le escucha al ‘Big Boss’ cantar un pedazo de su clásico ‘Aquí está tu caldo’:
“Estás calentándote, yo calentándome. / Y tú dices que tú eres brava, eso lo quiere ver”.
Extractos de temas conocidos como ‘No sé si fue’ (2007, Arcángel feat. Zion) y ‘El Tiburón’ (2005, Alexis & Fido) suenan a lo largo de YHLQMDLG. De esta manera, Bad Bunny, recuerda esos tiempos cuando el reggaetón se expandía por todo Latinoamérica.
Esa añoranza hacia su infancia y adolescencia, lo plasma desde la portada de su álbum: un niño en bicicleta escapando de un mundo turbulento representado por un auto en llamas, un poste de luz en cortocircuito y un cielo nublado a punto de llover.
En la contraportada y en los videoclips temporales de cada uno de sus canciones, aparece el mismo niño, pero dentro de su cuarto. Su habitación es su mundo y está lleno de objetos icónicos de la década de 1990 e inicios del 2000:
Una computadora Pentium IV, un walkman, un cubo de Rubick, una cama en forma de auto de carreras, un armario con juegos como ‘Twister’, una lámpara de lava y un televisor conectado a un videojuego alámbrico.
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YHLQMDLG es un balance entre lo nuevo y lo clásico y es una caricia hacia ese reggaetón sandunguero que se resiste a desaparecer. Pero, además, reivindica a ese Bad Bunny que no quiere dejar de ser un niño y que cree que el mundo y su sociedad pueden ser mejores.
Benito no es un revolucionario, ni ha descubierto la pólvora. Ni, mucho menos, es un cantante con finas líricas. Benito solo es alguien quien ha tomado el reggaetón como un medio para visibilizar luchas sociales actuales, algo que muchos cantantes urbanos no se atrevieron hacer.
Y eso, créanme, ya es respetable en estos tiempos en los cuales llegar tarde al trabajo tiene más preocupación que un suicidio a causa de la depresión.
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