El 51% de la población quiere cambiar la Constitución para castigar a corruptos y delincuentes. Solo el 12% para cambiar el modelo económico.
El 51% de la población quiere cambiar la Constitución para castigar a corruptos y delincuentes. Solo el 12% para cambiar el modelo económico.

El lunes de la semana pasada, el presidente fue vacado por el Congreso. Ciento cinco congresistas acabaron con su mandato. Al día siguiente, el expresidente Vizcarra arrancaba la jornada reuniéndose con su abogado para concentrarse en los graves procesos penales que afronta y asumía la presidencia interina del país.

Merino eligió a Ántero Florez-Aráoz como líder de su gabinete, y a partir de ese momento el viento nunca sopló a su favor: declaraciones erráticas, conflictos de interés, dificultades para conformar un gabinete de consenso, comisiones del Congreso apuradas por deliberar polémicas reformas educativas o preparar el camino para elegir al nuevo , excesos y abusos en el control de las protestas incluso cuando se desarrollaban pacíficamente.

La ciudadanía no lo soportó. Las marchas empezaron el jueves y el sábado llegaron a máxima expresión. Murieron dos personas. Inti y Jack tuvieron que dar la vida para que Merino renuncie, abriendo la puerta a una negociación que después de 24 horas culminaría en la elección de como presidente del Congreso y por lo tanto presidente interino del Perú este lunes.

Sin embargo, la historia continúa. Por un lado, la ciudadanía despertó de su indiferencia política y descubrió que su voz podía ser escuchada. Por otro, a los cambios rápidos que se lograron gracias al legítimo mecanismo de la protesta, se sumaron otras demandas de cambio, entre ellas el de la Constitución.

Algunos líderes como Verónica Mendoza, plantean cambiar la Constitución por completo, para lo cual se necesitaría conformar una Asamblea Constituyente. Otros plantean reformarla parcialmente en aspectos económicos o políticos. Pero la mayoría duda de que esto sea responsable, dado que lo que se necesita para mejorar la calidad de vida de los peruanos no se deriva de cambiar la Carta Magna, sino de mejorar el desempeño de la burocracia del Estado. Por otro lado, después de cuatro años de confrontación y cuestionamientos a casi todos nuestros líderes, ¿podemos encargarles que asuman esa responsabilidad?

Finalmente, la ciudadanía no sabe bien qué dice la Constitución actual, de qué forma reformarla le traería bienestar, y cuáles son los intereses que ocultan ciertos partidos y líderes con ideas radicales que al ser aplicadas en otros países, fracasaron. ¿Y si nos dan gato por liebre? No, gracias.

¿Podrá Francisco Sagasti combatir el populismo?

El presidente Sagasti afirmó que el Estado peruano se endeudaría en más de S/30 mil millones para cubrir el presupuesto del año 2021. Sin embargo, Asociación de Contribuyentes ha encontrado que año tras año el Estado aumenta su presupuesto pero no lo ejecuta. Diversos estudios muestran que la inversión en gasto corriente (planilla y gastos administrativos) es muy alta en comparación al gasto de capital (inversión, ejecución de obras, equipamiento). ¿Se debe aumentar el presupuesto? ¿Para qué?

Analizando su posición frente a iniciativas de corte populista (ver tabla) notamos que si bien el Sagasti no las aprueba, la cantidad de abstenciones que presenta es notable. Más allá de su experiencia académica, ¿conocemos cuál es su posición frente a la libertad económica?

Las protestas pararon pero la Covid y sus efecto, no

En la última semana de crisis política, 350 personas murieron en el Perú por , y se registraron casi 15 mil casos nuevos. La crisis sanitaria no se ha detenido y necesitamos seguir combatiéndola de manera urgente. Se necesita una revisión de la estrategia sanitaria de manera que esté alineada a lo que ha funcionado en el mundo. Perú, bajo la gestión del presidente Vizcarra, fue uno de los países que peor ha enfrentado la pandemia.

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