Buena noticia para los pequeños negocios. La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) aprobó una medida que consiste en no sancionar con el cierre temporal del establecimiento a los contribuyentes que incurrieron en la infracción de no entregar información o documentos que requirió la Administración Tributaria sobre sus actividades.
La resolución de la Sunat fue publicada en El Peruano y está dirigida a los contribuyentes del Nuevo Régimen Único Simplificado (NRUS) que cometieron dicha infracción entre el 16 de marzo de 2020 y el 31 de marzo de 2023.
A ello se agrega que “no procede efectuar la devolución ni compensación de los pagos vinculados a la infracción”.
La Sunat contempla los efectos que han tenido los conflictos sociales y bloqueos de carreteras producto de la convulsión social, así como los desastres naturales, como los deslizamientos y lluvias relacionados con el ciclón Yaku.
“Durante los últimos meses del año 2022 e inicios de 2023, nuestro país ha sufrido una grave convulsión social y los estragos de fenómenos naturales atípicos, como el ciclón Yaku, los cuales han impactado severamente en la economía del país y, por ende, en la reactivación de las actividades económicas, las que, en el marco de la emergencia sanitaria, se venían realizando de manera progresiva, siendo los contribuyentes del NRUS los más vulnerables a ello”, se lee en la resolución.
Además, la Sunat considera que, “en dicho contexto, la aplicación de sanciones de cierre podría incidir negativamente en el proceso de reactivación económica de los pequeños negocios pertenecientes al NRUS”.
También se menciona que, si bien esta medida fue emitida en 2021 por la pandemia del COVID-19, en la actualidad había quedado sin efecto. No obstante, el impacto de medidas como los prolongados confinamientos aún se sienten en la economía.
Datos:
-Las lluvias y deslizamientos han dejado aproximadamente 25 mil bodegas perjudicadas, según la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú.
-En febrero, las bodegas ubicadas en regiones con alta conflictividad tuvieron caídas de ventas de hasta 70%.