La reciente renuncia de altos funcionarios de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) causó sorpresa. Y entre los salientes estuvo el jefe de la entidad, Jesús Baldeón.
En su carta, enviada el miércoles a la recién censurada exministra de Trabajo, Bettsy Chávez, Baldeón resalta que la Sunafil es una “institución técnica, especializada, con autonomía e independencia”. Su renuncia se produjo poco después de que se supiera que el Consejo de Ministros evaluaba un decreto para reestructurar la superintendencia.
Este medio supo que en la Sunafil existe temor por una intervención del gobierno que afecte la autonomía de la entidad y apunte al copamiento de esta. El exjefe de la Sunafil Juan Carlos Requejo dijo a este diario que, en caso de que la renuncia sea por una intención de intervenir, sería “grave porque es una institución técnica y no política”.
“Sería terrible que no se maneje por criterios técnicos. Es importante cuidar la autonomía”, añadió e indicó que la Sunafil no necesita una reestructuración, pero sí un fortalecimiento de su competencia.
La también exjefa de la entidad Sylvia Cáceres coincidió en ello. “La censura de la ministra Chávez abre la oportunidad para reconducir las estrategias e impulsar otras. Entre las primeras, la Sunafil no debe retroceder en el proceso de fortalecimiento y ser garante de protección de derechos”, aseveró.
Datos
-Sylvia Cáreces consideró que dependerá del nuevo ministro de Trabajo y de su solvencia ética para no “sucumbir” en el copamiento de la Sunafil.