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Proyectos de reactivación económica deben ejecutarse dentro de los plazos y montos esperados
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El presidente del Consejo de Ministros, Walter Martos, y la titular de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, sustentarán este miércoles 2 de setiembre ante el Congreso de la República el proyecto de Ley de Presupuesto Público 2021. La cifra asciende a S/ 183.030 millones, con un crecimiento nominal de 3,2% respecto al presupuesto del 2020.
Entre los puntos a tratar está el monto destinado por el Ejecutivo para financiar la reactivación económica. Serán más de S/ 1.339 millones, distribuidos en proyectos de inversión e infraestructura para el Ministerio de Educación, el MTC y gobiernos regionales.
¿Qué tan efectivos son estos programas? César Martín Peñaranda, consultor y exdirector de Servicios al Inversionista de ProInversión, consideró que los sectores están bien enfocados. Los proyectos que van “directo a la vena” para reactivar la economía, incluso si no estuviéramos en la actual coyuntura, son los de inversión en infraestructura, señaló.
“De allí resaltaría cuatro sectores, salud, educación, agua y saneamiento, y transporte, que son pilares de los proyectos de inversión e infraestructura. Enfocados también en el gasto corriente necesario para personal y operación y mantenimiento de estos proyectos”, expresó Peñaranda.
Por su parte, Marcel Ramírez, economista de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, enfatizó que este monto anunciado en el presupuesto se percibe como un programa de apoyo al empleo temporal. Es el enfoque de Arranca Perú, de aprovechar algunas brechas a nivel regional y local, para propiciar un empleo temporal, afirmó.
Añadió que es exagerado llamarlo un monto para la reactivación, ya que no va a generar una reactivación en el sentido amplio de aportarle ingresos al PBI. “Seguramente apoyará a los hogares, casi como un equivalente a los bonos mensuales. Está dentro de lo que el Estado puede hacer directamente”, apuntó.
Al igual que Peñaranda, Ramírez refirió que este monto se podría ampliar a proyectos en agua y saneamiento, y salud. Consideró que son sectores donde este tipo de empleo puede generarse. Porque son obras que no requieren personal muy especializado.
Ramírez añadió que es clave que todo recurso público que se oriente a inversión tenga un seguimiento muy cercano de parte de los sectores productivos, del Ejecutivo y el MEF. Y que se ejecute dentro de los plazos y con los montos esperados.
En la misma línea, Peñaranda expresó su preocupación por la demora de la puesta en marcha de los proyectos. Puso como ejemplo el programa Arranca Perú, que descansa en gobiernos subnacionales, “que son los que peor capacidad de ejecución tienen”.
SECTOR PRIVADO
Ramírez subrayó que el Estado no tiene demasiadas herramientas para propiciar por sí mismo la reactivación. Esta se tiene que dar cuando la inversión y el consumo privado se empiecen a recomponer.
“Eso requiere estrategias para recuperar el empleo que se ha perdido y la reconfiguración de empresas de comercio o servicios que han quebrado, porque hay empresas que probablemente no puedan recuperarse haciendo lo que hacían antes. Esa es la verdadera recuperación de la economía”, manifestó.
En ese sentido, Peñaranda precisó que si bien es positivo que se enfoquen en reactivar con impulso de la inversión pública, la clave es dar medidas que puedan incentivar al sector privado, “con la expectativa de que algunos proyectos se puedan retomar. Y en paralelo seguir impulsando la inversión pública”.
El Marco Macroeconómico Multianual 2021-2024 proyecta un déficit fiscal del 10,7% para este año, y 6,2% para el próximo, con deuda pública sobre el PBI de 35,4 % para este año. El reto es grande, detalló Peñaranda. Hay que incentivar la demanda con recursos escasos, sin afectar la estabilidad macro.
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