Desde 2002, el Perú ha experimentado un importante crecimiento de los recursos públicos, que, a su vez, ha permitido incrementar los niveles de inversión pública, pasando del 3.0% al 6.1% del PBI.
Esta tendencia ha sido consecuencia del 'boom' de las exportaciones mineras, la excepcional alza de los precios internacionales de los metales y el responsable manejo económico.
[El sector público dejó de invertir S/.8 mil millones en 2014]
Cuando a fines de 2006 se inició el 'boom' de recursos fiscales para la inversión, el principal problema para su ejecución fue la falta de proyectos y de los recursos humanos calificados. Hoy este factor dejó de ser un problema, aunque la calidad de estos sigue siendo cuestionable.
Ejemplos abundan: monumentos a la maca, la ojota, la familia, el sombrero, piscinas gigantescas para zonas donde no hay agua, parque del árbitro, entre otros.
En el periodo 2007-2014, la ejecución de inversión pública creció significativamente, tanto en monto como en porcentajes. Si bien en el 2014 el sector público registró un avance del 79.4% respecto a los años anteriores, este es el resultado de un proceso de aprendizaje, no atribuible solo al actual gobierno.
Lo que sí llama la atención es que, a pesar de los mejores resultados en los ratios de ejecución de inversiones logrados por el gobierno actual, en términos macro como el PBI, no son auspiciosos. En 2014, el PBI del Perú habría crecido entre 2.6% y 2.9%, porcentaje muy por debajo del promedio del 6% de los años anteriores.
[La economía solo avanzaría 3.5% en el 2014, según el Colegio de Economistas]
Si bien la inversión pública es importante, más gravitante en el desarrollo del país es la inversión privada que representa el 80% del total. Lamentablemente, el año pasado la inversión privada habría experimentado una fuerte caída.