Aunque Pedro Castillo ha tratado en el último debate presidencial de apartarse de sus propuestas más radicales, se han evidenciado las contradicciones e inconsistencias entre su moderación estratégica y su discurso. De hecho, no ha logrado despejar las dudas sobre lo que pasará en un eventual gobierno suyo con los fondos de pensiones de los casi 7 millones de afiliados al Sistema Privado de Pensiones (SPP).
“Nosotros no vamos a quitarle sus ahorros a la gente que trabaja. Respetaremos la propiedad privada, pero no vamos a permitir los abusos de las AFP y la ONP”, dijo en un tono pausado en el auditorio de la UNSA en Arequipa, pero el problema es que en toda su campaña, en plazas y mítines, decía y repetía, a los gritos, “no más AFP” y que “hay que eliminarlas porque explotan a los trabajadores al cobrar porcentajes del 30% y debemos fortalecer el Sistema Nacional de Pensiones”, o sea la ONP, que está quebrada.
“La campaña le está pasando factura; está cansado o tensionado porque dice cosas que no son, o tal vez no entiende o simplemente (en su entorno) le están mintiendo”, señala el economista Manuel Muñoz, analista de Asociación de Contribuyentes del Perú (ACP), tras precisar que las comisiones que cobran las AFP son en promedio de 1.3%, muy lejos de ese 30% del que habla el candidato.
En lo que sí coincidió el especialista es en que urge una reforma previsional que ataque los problemas estructurales que provocan que haya una poca cobertura y bajas pensiones, pero no bajo premisas falsas que ponen en riesgo las jubilaciones de millones de trabajadores, porque Castillo no ha explicado qué pasará con los cerca de S/125 mil millones que administran las AFP –que son ahorros privados– en caso desaparezcan el SPP, y tampoco lo ha hecho nadie de su equipo técnico.
“Hay una contradicción en las propuestas de Pedro Castillo. En un mitin sostuvo que en un eventual gobierno suyo eliminaría las AFP para crear el Banco de los Trabajadores. Luego dijo que crearía un nuevo sistema nacional de pensiones. En el último debate negó que vayan a quitarle los ahorros a la gente que trabaja”, refirió Muñoz.
Aunque los fondos de pensiones han disminuido, como se ve en el cuadro superior, tras nuevos retiros que aprobó el Congreso en marzo pasado, son aún un botín apetecible para cualquier gobierno populista. Ya lo vivimos en los 80 en Perú, cuando Alan García quiso estatizar la banca, y lo sufrió Argentina en 2008, cuando Cristina Fernández nacionalizó las pensiones privadas. En ambos casos con resultados desastrosos.
Ahora también Castillo dice que respetará la propiedad privada, pero al mismo tiempo insiste en revisar los contratos y, además, habla de una economía popular donde el Estado controle a la población y al mercado. “No existe una posición clara sobre un tema tan sensible. El sistema de pensiones (público y privado) debe ser reformado, pero no existe la más mínima propuesta de Perú Libre para iniciar el debate. Retornar a un sistema único público de reparto, donde los ahorros se licuarán, sería un error”, advirtió el analista de la ACP.
Otra de las medidas que Pedro Castillo ha tratado de cambiar o maquillar a menos de una semana de la segunda vuelta es la de las restricciones a las importaciones, cuyo efecto en la economía es el alza de precios, la escasez y la corrupción, como ocurrió cuando se aplicó en los 80 en el Perú.
Ahora el candidato dice que su intención es “proteger” a los productores nacionales, porque “ni los botones de las camisas son nuestros”. Pero quien dio más luces sobre las motivaciones de este tipo de medidas proteccionistas fue Pedro Francke, que es parte del equipo económico de Perú Libre, al sostener que la intención es frenar “un poquito” el ingreso de alimentos del exterior porque el único que se beneficia es el monopolio de Alicorp –que pertenece al grupo empresarial que en el pasado financió a Keiko Fujimori–, lo cual es falso, porque compite en el mercado peruano con grandes firmas como Unilever, Procter & Gamble, Carozzi, Nestlé o Mondelez.
Mientras Pedro Castillo cayó en contradicciones e inconsistencias, Keiko Fujimori lanzó más propuestas y medidas concretas para el turismo, la gastronomía, las pymes, los programas sociales, vivienda, agua y saneamiento, entre otros, pero no explicó cómo iba a financiar lo que propone.
“Ha sido una propuesta completa. El problema es que no hay manera de cumplir todo esto. No alcanza el presupuesto”, dijo el exministro de Economía Alonso Segura.