Desde un primer momento dijimos que la propuesta de nuestra cartera era que más allá de un incremento, nuestra mayor labor era poder dictar con el consenso de las partes, entre empleador y trabajador, un decreto supremo que tecnifique el incremento. Es decir, un incremento de la remuneración mínima que no solo quede en la facultad del gobernante de turno, sino que se establezcan criterios económicos, variables económicas, de productividad, de inflación, que permitan saber de antemano en qué fechas y cuándo se puede hablar de incremento. Y sobre eso estamos trabajando durante los últimos cuatro meses, logrando el resultado de reinstalar el Consejo Nacional de Trabajo que estuvo un año inactivo.