El gobierno del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presentó este sábado su proyecto de presupuesto 2019 a la Cámara de Diputados, en medio de una fuerte expectativa de los mercados que se cuestionan cómo encontrará un equilibrio entre su compromiso de disciplina fiscal y su larga lista de promesas de campaña.
López Obrador, el primer presidente de izquierda que gobierna México luego de varias décadas, ha prometido impulsar un mayor gasto social, recortar impuestos y llevar adelante una ambiciosa agenda de proyectos petroleros y de infraestructura, todo ello sin aumentar la deuda de la segunda mayor economía de Latinoamérica.
El político, conocido por su acrónimo AMLO, tomó posesión el 1 de diciembre prometiendo una ruptura radical con el "neoliberalismo" al que culpó por la corrupción, violencia y pobreza que golpean al país.
Sin embargo, su secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ha prometido respetar las variables macroeconómicas básicas y en la entrega del paquete económico para el próximo ejercicio dijo que esperan un superávit primario del 1 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), excluyendo pagos de la deuda.
Dentro de las premisas para 2019 se estima un crecimiento del PBI de entre 1.5 y 2.5%, una inflación interanual de un 3.4 %, un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, además de un precio promedio del barril de crudo local de US$ 55.
Sin embargo, analistas creen que el presupuesto para el próximo año no disiparía las dudas de los mercados por sí solo, sino que lo hará el manejo que haga el gobierno que asumió para el período 2018-2024.
"Sólo el tiempo revelará el verdadero compromiso de la nueva administración con la disciplina fiscal y el cumplimiento de la meta fiscal en caso de un rendimiento insuficiente de los ingresos y/o un exceso de gastos", opinó Alberto Ramos de Goldman Sachs.
AMLO tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso por lo que no se esperan mayores problemas para la aprobación del paquete económico para el próximo ejercicio, incluso antes de Navidad.
Analistas estiman que el Gobierno de López Obrador debe demostrar que está listo para controlar el gasto si sus planes de ahorro no resultan como lo espera.
De hecho, los recientes anuncios de recortes salariales prometidos por el propio mandatario en campaña han sido congelados temporalmente por el máximo tribunal del país, lo que plantea dudas sobre su margen de maniobra.
Fuente: Reuters