“Si bien Vizcarra es un mal estadista, cuyo desempeño en el manejo de la pandemia y la defensa de la economía está entre los peores del planeta, su eventual suplente no sería ni por asomo una solución”. (Foto archivo GEC)
“Si bien Vizcarra es un mal estadista, cuyo desempeño en el manejo de la pandemia y la defensa de la economía está entre los peores del planeta, su eventual suplente no sería ni por asomo una solución”. (Foto archivo GEC)

Hoy el país se divide entre los que piden la cabeza del presidente y los que lo defienden a capa y espada. Al margen de las preferencias políticas, hay fuertes indicios de obstrucción a la justicia, manipulación de testigos y alteración de pruebas, lo que podría generar la vacancia de Vizcarra por los delitos cometidos.

Si bien Vizcarra es un mal estadista, cuyo desempeño en el manejo de la pandemia y la defensa de la economía está entre los peores del planeta, su eventual suplente no sería ni por asomo una solución. Manuel Merino, actual presidente del Congreso, es un populista confeso que se ha dedicado a impulsar proyectos que, de aprobarse, generarían un forado en el fisco del tamaño de la Vía Expresa.

¿Qué podemos esperar en el corto plazo? Si bien la economía peruana se habría contraído en julio en 12.2% (Reuters), lo que supone una mejoría respecto a meses previos, la actual tensión política puede hacer que dicha evolución se pierda. Además, proceda o no la vacancia, quien se quede en Palacio no hará lo que se necesita para que la economía traccione.

Lo que el país necesita ahora son medidas simples pero efectivas para reactivar la pequeña y mediana inversión. ¿Qué podría cumplir con este objetivo? Simplificación en la obtención de licencias municipales, incentivos tributarios para las mipymes y la creación de un régimen laboral especial, por ejemplo, darían algo de oxígeno a la desahuciada economía.

Lamentablemente, la opinión pública está más distraída en darles atención a “expertos” que interpretan la Constitución como si fuera una resolución municipal, en lugar de enfocarse en el duro panorama que enfrentamos.