Las propuestas para una reforma del Sistema Privado de Pensiones (SPP) adquieren relevancia en un contexto como el actual, en el que 90% de afiliados –6.8 millones de aportantes a las AFP– ha retirado parte de los fondos que servirían para su jubilación. Entre los desembolsos autorizados por el Congreso y el Ejecutivo, casi la mitad de estas personas ya tendrían cuentas previsionales con saldo cero.
Desde la primera norma que se aprobó, en abril de 2020, hasta febrero de 2021, los retiros de fondos del SPP ascendieron a S/32.7 mil millones. Si bien esto puede ser un alivio para familias en situación vulnerable por la pandemia, también tendrá implicancias negativas para la economía del país.
El retiro de las inversiones del SPP podría descapitalizar abruptamente al Estado, a las empresas y a los bancos en plena crisis económica, en la que se requiere liquidez y crédito. Las AFP tienen en el país el 50% de sus inversiones totales, monto que en 2020 ascendió a S/83,000 millones: S/28 mil millones en bonos del Estado, S/23 mil millones en bancos, mercado de capitales y otras empresas de intermediación financiera, y S/32 mil millones en empresas de otros sectores económicos. El otro 50% se invierte en el exterior, principalmente en el sector financiero.
Las AFP realizan inversiones en sectores claves de la economía, como el sistema financiero y seguros, holding, industria alimentaria, telecomunicaciones, energía, infraestructura y recursos naturales. Si dejaran de realizar esas inversiones, se provocaría pérdidas por casi S/68 mil millones, lo que equivale a un 9.5% del PBI, y se destruirían 1.5 millones de empleos.
El Congreso ha sido el más irresponsable en este tema. La última medida que se aprobó en la Comisión de Economía señala que todos los afiliados al SPP (excepto quienes califiquen al Régimen de Jubilación Anticipada por Desempleo) podrán retirar hasta 4 UIT (S/17,600) de sus ahorros previsionales.
Y los mayores de 40 años podrían retirar hasta el 95.5% de sus fondos siempre que no hayan aportado en cinco años. El único esfuerzo en serio que se hizo fue la conformación de la Comisión de Reforma de Pensiones, pero sus resultados no fueron satisfactorios y generaron más dudas que certezas.
En medio de un sistema de pensiones ya precario y débil, el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, que disputará la segunda vuelta el 6 de junio próximo, propone eliminar paulatinamente el Sistema Privado de Pensiones. “Cuestionamos que para cualquier pretensión laboral es obligatorio haberse afiliado a una AFP”, señalan en el partido de Vladimir Cerrón. Así, los 7.8 millones de afiliados activos al SPP pasarían al sistema público administrado por la ONP, que no puede cumplir con los pensionistas sin que el Estado tape el hueco. En ningún año, entre 2000 y 2019, los aportes lograron alcanzar el nivel de equilibrio requerido para evitar que el tesoro público compense el déficit de recursos. Así, en 10 años, el promedio de transferencias a la ONP fue S/2,020 millones anuales, es decir, más de S/150 millones mensuales.
Fuerza Popular propone una reforma previsional que garantice el ahorro privado con fines de jubilación, pero también el derecho de los ancianos de bajos recursos a una asistencia humanitaria por parte del Gobierno. Para ello se requiere una reingeniería de los sistemas previsionales y revisar las trabas legales a la formalidad.
“Todo aportante debe tener derecho a una cuenta individual de pensiones, sin perder de vista que, para aquellos cuya pensión alcance niveles extraordinarios, deben colaborar de manera solidaria con quienes menores recursos obtengan”, señala el plan de Keiko Fujimori.