El ministro de Economía, José Arista, afirmó que el Gobierno no desembolsará recursos a Petroperú, aunque tampoco descartó un nuevo alivio financiero para la petrolera.
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Tras su salida del Consejo de Ministros, Arista negó que en el proyecto de ley que el Ejecutivo enviará al Congreso proponiendo el presupuesto del próximo año exista alguna partida que destine fondos a Petroperú.
Sostuvo que él o cualquiera de los ministros se sentiría incómodo de utilizar los recursos de la tributación para financiar, solventar o dotar de liquidez a la petrolera estatal.
“Son los recursos de los contribuyentes los que nos permiten financiar la ley de presupuesto, por lo tanto, téngalo por seguro, nosotros enviaremos este proyecto de ley de presupuesto al Congreso y ahí se verificará que no se compromete ni un sol de los contribuyentes para financiar a una empresa que está en problemas como Petroperú”, aseguró Arista.
Reunión con Petroperú
El ministro se reunió ayer en la noche con la plana gerencial de la petrolera, así como con su directorio, a quienes dijo —en la conferencia— que les iba a solicitar que lleven la información de la situación de la empresa para tomar una decisión informada.
Arista manifestó que existe una preocupación por parte de la petrolera, debido a que están a la espera de ocho barcos de petróleo que proveen de crudo a la empresa, por lo que da a entender que se les tiene que cumplir con los pagos.
“El día de hoy (ayer en la noche) con seguridad nos traerán la información; analizaremos las opciones financieras que tenemos y veremos de qué manera atendemos las necesidades que tiene en este momento esta empresa”, comentó.
Situación crítica
El casi ultimátum que el directorio de Petroperú le dio el martes al Ejecutivo, como bien señala Arista, responde a necesidades de recursos que la petrolera no es capaz de generar.
Según los estados financieros, al primer semestre de este año, la petrolera reportó pérdidas por US$452 millones, ampliando sus resultados en rojo en US$71.8 millones frente a similar período del año pasado.
En los documentos enviados a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), la estatal indicó que su capital de trabajo (dinero requerido para operar) es negativo debido a la menor generación de efectivo y al incremento del pasivo corriente (deudas de corto plazo) por pagos a proveedores postergados, así como otras obligaciones.
Además, la menor generación de efectivo obedece a las menores ventas, asociadas, en parte, a que la competencia ofrece mayores descuentos y condiciones comerciales, que todavía no pueden ser atenuadas por Petroperú.
¿Qué sucede?
Erick García, exdirector de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, explicó un reciente caso en el que Petroperú perdió una licitación internacional de combustible frente a sus competidores.
Según García, mientras algunos competidores ofrecían diésel con un contenido de azufre de hasta 15 ppm (partes por millón) y otro postor ofrecía diésel de 10 ppm, la estatal participó con una oferta que superaba estos niveles de azufre, ya que no tenía operativa la unidad de ‘flexicoking’, que permite producir combustibles con calidad.
De acuerdo con Arista, dicha unidad ya corrigió los problemas que presentó durante toda la primera parte del año; sin embargo, la refinería todavía opera por debajo del 100%.
“Gracias a Dios la Refinería de Talara está funcionando, no digamos al 100%, porque todavía tiene algunos pequeños impases, pero diría que está en 80% o 90%”, comentó el ministro.
Si bien la unidad de flexicoking fue corregida, la competencia ya le ha sacado ventaja a la petrolera. Según García, sectores como el industrial y el minero son compradores importantes de diésel. Estos hacen concursos internacionales para abastecerse en combustibles con contratos a 30 años, con lo cual, si Petroperú los pierde, no los va a recuperar pronto.
Lo crítico es que la deuda que asumió Petroperú para construir la refinería y los gastos extras que ha demandado han llevado a la estatal a acumular una deuda de US$8,470 millones, equivalente a 7.46 veces su patrimonio. En otras palabras, la deuda de Petroperú es del tamaño de siete ‘Petroperús’ y medio.
Así, tras las recientes propuestas del directorio sobre el futuro de la petrolera, expertos consultados por Perú21 consideran que el Ejecutivo ya no debe inyectar más capital a Petroperú, sino evaluar medidas más drásticas.
Opinan los expertos
Felipe Morris: "El Gobierno se muere de miedo"
La propuesta de no hacer nada y seguir en lo mismo incluye darle más plata y que los problemas se mantengan. Finalmente, el directorio ofrece la alternativa de la reestructuración que, todos sabemos, es un saludo a la bandera. ¿Qué administrador privado estaría dispuesto a hacerse cargo de la empresa cuando el dueño es el Gobierno peruano, que no tiene claro lo que quiere hacer con ella?
Los responsables no solo son los ministros de Economía y de Energía y Minas, sino el Gobierno en su conjunto. La realidad es que ningún Gobierno anterior ha resuelto el problema, que tiene por lo menos 10 años y empezó cuando se tomó la pésima decisión de hacer una nueva refinería. Ese fue el gran error, y ahora ya está hecha la refinería con un costo y endeudamiento enorme para la empresa y que es evidente que nunca va a poder pagar.
Incluso, ahora es evidente también que tampoco tiene la capacidad de administrarla. La refinería ya la han entregado hace meses y hasta ahora no funciona como debería funcionar.
Lo que mencioné en mi artículo en Perú21 hace un par de meses es que lo que había que hacer es declarar en quiebra a la empresa, mandarla a un proceso concursal en Indecopi y que los acreedores decidan qué hacer con ella.
Esto porque el Gobierno, que es su único dueño actual, no quiere tomar la decisión. Se muere de miedo, esa es la verdad, porque esto implica reconocer las enormes pérdidas que existen y los problemas que se pueden generar de tener que liquidar la empresa o reducirla a su mínima expresión. Este es un problema serio que se tiene que atacar.
Si seguimos en lo mismo, lo único que va a ocurrir es que las pérdidas van a seguir incrementándose y cada vez le van a tener que seguir metiendo más dinero, que es de todos los peruanos y que se podría usar más eficientemente en construir hospitales, hacer infraestructuras y en mejorar la educación pública.
Alfredo Thorne: "Se ha convertido en un elefante blanco"
La Nueva Refinería de Talara carece de justificación económica, ya que el Perú no cuenta con suficiente petróleo para procesar. Recuerdo cuando los equipos de Gobierno debatimos en Cusco y nos manifestamos en contra de esa refinería. Sin embargo, se construyó y ahora se ha convertido en un elefante blanco.
La pregunta es ¿qué se debe hacer? Propongo cuatro ideas para el debate:
En primer lugar, la decisión debe ser tomada de manera consensuada en el Congreso de la República. Es ahí donde están representadas las fuerzas políticas y todas ellas deben asumir su responsabilidad sobre la situación actual de Petroperú. Esto porque no es un problema coyuntural, sino que persistirá más allá del 2026.
Esta ley, que debería ser redactada por un grupo de expertos, tendría que dar un mandato claro a la gestión de Petroperú para reducir costos, liquidar activos no esenciales y reestructurar deudas. Este debería ser un mandato preciso, en el cual las fuerzas políticas asuman esa responsabilidad.
En segundo lugar, Petroperú debería concesionar aquellas unidades de negocio que ya son maduras, como la refinería, el oleoducto, la comercialización y los grifos, a empresas con experiencia en esta gestión.
Tengo la impresión de que carecemos tanto de los técnicos capacitados para operar estas unidades como del capital necesario. Por ejemplo, en el caso del oleoducto, se requeriría extenderlo hasta casi la frontera con Colombia. También deberíamos considerar importar petróleo de Ecuador, lo cual requiere inversión adicional.
En tercer lugar, considero que fue una decisión desacertada que Petroperú se involucrara en la exploración petrolera. Este es el segmento más riesgoso de la actividad petrolera y está destinado a empresas especializadas en asumir altos riesgos.
En cuarto lugar, como condición para que estas tres propuestas se implementen, la Tesorería de la Nación sí debería otorgar los US$2,200 millones a Petroperú.
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