Fondos de pensiones: no más retiros

En este sentido, las cuentas de nuestras pensiones deben ser intangibles, no solo frente al Estado (que no debe tocar ese dinero en ninguna circunstancia) sino también por parte del mismo futuro pensionista porque la finalidad de dichas cuentas no es que sus fondos sean gastados, invertidos o utilizados, sino que ganen intereses, crezcan y luego aseguren una pensión relevante.

El sistema de pensiones peruano tiene varios problemas, pero entre los más importantes existen dos estructurales y dos coyunturales: el primer problema estructural es que solo 1 de cada 4 peruanos tiene asegurado un fondo para su vejez. Esto es terrible.

El segundo problema estructural es que el sistema estatal de pensiones, representado por la ONP, está quebrado y todos los años recibe dinero de los contribuyentes para cubrir las pensiones de sus aportantes. No es un fondo rentable y el dinero no tiene nombre propio, los peruanos que aportan a la ONP no son dueños de una cuenta individual, sino que reciben dinero de una bolsa que el Estado gestiona muy mal.

De los dos problemas coyunturales, el peor es la creciente lista de retiros extraordinarios que el Congreso está permitiendo. El primer retiro se realizó en marzo de 2020 y el último en mayo de 2022. Ha habido siete retiros extraordinarios. En números, se puede entender la gravedad de los efectos de estas medidas: se ha retirado en total más de S/85,000 millones de 3 millones de afiliados.

Finalmente, el segundo problema coyuntural es la confusión que genera la situación económica en la que vivimos. Ciertamente, el Perú no está en su mejor momento económico, pero los fondos de pensiones no son la válvula de escape. Al contrario, están favoreciendo a los que más tienen.

Según la Superintendencia de Banca y Seguros, existen 2.41 millones de afiliados que tienen fondos de pensiones. Lo que quiere decir que 0.46 millones de afiliados solo pueden retirar 1 UIT; estos son los que menos tienen. Así, el retiro de las 4 UIT que se propone en estos días se focalizaría en quienes tienen un mayor fondo de pensiones, pues 63% de los fondos serían retirados por afiliados con saldos elevados.