La economía de Estados Unidos es mucho más vulnerable que lo esperado. La última lectura del indicador de crecimiento confirma que en el primer trimestre se contrajo a una tasa anualizada del 2.9% del Producto Bruto Interno, mucho más que el 1% anticipado hace solo un mes y el 1.8% que esperaba Wall Street.
Este retroceso resulta tan fuerte que va a trastocar las previsiones para el resto de 2014, a tal punto que se teme que el balance del conjunto del ejercicio se quede en un 2%. La contracción del primer trimestre, en cualquier caso, es la peor que se ha apreciado desde inicios de 2009, en la recta final de la recesión.