Dinamarca asumió la presidencia de la Unión Europea (UE) y señaló que trabajará para sanar las divisiones entre el Reino Unido y otras naciones del bloque debido a la complicada situación global.
Como uno de los diez países que no utilizan el euro, Dinamarca se encuentra en la difícil posición de tratar de ayudar a controlar la crisis en Europa, aunque no se encuentra entre quienes toman las decisiones de la Zona Euro.
Una de las principales prioridades del mencionado país será ayudar a concretar un nuevo pacto fiscal, que tiene como objetivo imponer reglas presupuestarias más estrictas a los estados miembros de la Eurozona y otros países que se han adherido al pacto.
En la cumbre del 9 de diciembre pasado, 26 de los 27 miembros de la UE señalaron su voluntad de unirse al tratado, y solo el Reino Unido no quiso hacerlo.
"La familia de la Unión Europea es una familia de 27 y nada menos", dijo a periodistas el ministro europeo Nicolai Wammen en Copenhague, al comienzo de su presidencia de seis meses, lo que le da a Dinamarca la responsabilidad de planear la agenda del bloque.
La economía de dicha nación depende fuertemente de la estabilidad de la Zona Euro, ya que el 65% de sus exportaciones van dirigidas a Europa.