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Cepal: Economía de América Latina se contraerá 0.9% este año, pero crecerá 1.5% en 2017
Esto como consecuencia de la desaceleración que sufren las economías de Brasil, Venezuela, Ecuador y Argentina.
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La actividad económica de América Latina y el Caribe se contraerá 0.9% este año, como consecuencia de la desaceleración que sufren las economías de Brasil, Venezuela, Ecuador y Argentina, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a través de su últimos reporte.
Cabe resaltar que la cifra proyectada supone una leve revisión a la baja, en comparación a la última estimación de la Cepal —entregada a fines de julio— cuando se esperaba una caída de 0.8% para este año.
No obstante, el panorama cambiaría para 2017 ya que se prevé que la economía de la región repunte y crezca en promedio 1.5%. Ello se daría gracias a que los precios de las materias primas evidenciarían mejoras el próximo año, en relación a los niveles promedios del 2016.
En cuanto a la dinámica de crecimiento del 2017, la Cepal indica que esta mostrará marcadas diferencias entre países y subregiones. Las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios como petróleo, minerales y alimentos, crecerán en promedio 1.1%, cifra que contrasta con la contracción esperada de 2.2% para este año.
En relación a las economías de Centroamérica, se proyecta un crecimiento de 4% para el 2017, superior al 3.7% proyectado para este año.
Crecimiento constante
De acuerdo con la Cepal, se requiere dinamizar la inversión e incrementar la productividad para mantener una senda de crecimiento sostenido. Asimismo, la inversión en infraestructura e innovación tecnológica deben jugar un papel primordial.
"Para proteger los avances sociales logrados en años recientes se requieren políticas que mantengan la inversión social y productiva en un marco de ajustes fiscales inteligentes", señaló el organismo.
Agregó también que se debe procurar la sostenibilidad de las finanzas públicas de la región con políticas que consideren el impacto sobre la capacidad de crecimiento en el largo plazo y las condiciones sociales de los habitantes de la región.
Finalmente, ante la contracción económica actual, reafirmó la necesidad de un cambio estructural progresivo, de la mano con un gran impulso ambiental que promueva el desarrollo basado en la igualdad y la sostenibilidad ambiental.
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