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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Debido a una caída de 10.8% en los ingresos por impuesto a la renta durante el primer semestre del año, la recaudación tributaria se contrajo 8.2% en términos reales.

Según proyecciones del BBVA, el país registraría un déficit equivalente al 2.1% del Producto Bruto Interno (PBI), la cifra más alta desde el 2002, debido a que el gasto ejecutado por el gobierno superaría sus ingresos tributarios.

Asimismo, la recaudación de impuestos (como porcentaje del PBI) caería aún más entre 2016 y 2019 (de 15% al 14.6% del PBI) debido a las reducciones en la tasa del impuesto a la renta, que pasaría de 30% en el 2014 a 26% en el 2019.

CONSECUENCIASEl economista Juan Mendoza indica que los datos sugieren que, este año y el próximo, el déficit fiscal sería mayor a 2% del PBI, lo que se sustentaría en la reducción de las tasas del impuesto a la renta y la de-saceleración de la economía.

Por ello, el déficit fiscal y el bajo crecimiento tendrían como consecuencia un aumento en la deuda pública como fracción del PBI, la cual había venido descendiendo de 27% en el 2009 a 20% a fines del 2014.

Si la economía no se sigue desacelerando, la deuda se ubicaría en 22% del PBI al 2018 y el país se vería más endeudado. De la misma manera, el aumento de la deuda pública hará difícil que la calificación crediticia del país siga mejorando y atrayendo inversiones.

Finalmente, en un entorno de mayores tasas de interés en el mundo, se incrementará el costo de endeudamiento para las empresas y familias peruanas.

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