El presidente de Comité de Formalización de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), Enrique Pajuelo, informó que el costo de la instalación de agua potable en una vivienda construida informalmente sería nueve veces más costoso que hacerlo en una vivienda formal.
Una vivienda informal tarda en construirse varios años. A esto, sumándole el abastecimiento de servicios básicos, podría generar que las personas de los asentamientos humanos pagen cinco veces más de lo que pagan las personas que habitan en viviendas formales, comentó a Andina.
Pajuelo sostuvo que en una casa informal la instalación de agua y desagüe se realiza después de la construcción. “Es decir, primero se construye la casa y luego se instalan los servicios; mientras que una vivienda formal ya cuenta con este servicio. Este proceso le cuesta al poblador informal nueve veces más”, aseveró.
EN CAMINO A LA FORMALIZACIÓN
El presidente de Comité de Formalización de Capeco comentó que los empresarios del sector están buscando soluciones a este problema a fin de evitar, por ejemplo, casos como el ocurrido en San Juan de Lurigancho.
“Esas urbanizaciones han sido construidas en terrenos que no han sido aptos para la construcción, como terrenos sanitarios. Lo primero que debemos hacer es establecer incentivos para fomentar la informalidad. En ese sentido, estamos trabajando en una propuesta que llamamos Construyendo Formalidad”, detalló.
Pajuelo explicó que esta iniciativa cuenta con cinco ejes. “El primero es promover la generación de suelo urbano formal, es decir no construir en cualquier sitio. El segundo eje es impulsar la provisión de materiales de construcción de buena calidad y formales”, aseveró.
El tercer eje es fortalecer a los operadores que actúan en el diseño y construcción de viviendas en el sector social. “El cuarto es incentivar la formalización laboral y la productividad de la mano de obra, considerando que la mayor parte es informal. En este punto, promovemos la contratación formal y la capacitación. Finalmente, el quinto eje es difundir una cultura de formalidad y legalidad”, puntualizó.