El gigante estadounidense del comercio electrónico reportó beneficios por US$3,560 millones, un 120% más que en el mismo periodo de 2018 y un 50% por arriba de lo que esperaban los analistas. Con esto, crece más lento que antes, pero supera las expectativas. Así se podría resumir la realidad de durante el primer trimestre de este año.

La atención de los inversores se concentró inicialmente en el gasto de la compañía, que destinó durante años todo el efectivo que generaba a construir y apuntalar la infraestructura que la hizo dominante en el comercio electrónico.

Si bien Amazon ya había anunciado que este año esperaba una rentabilidad menos atractiva que en 2018, esto recién se observaría en los siguientes trimestres de 2019.

El último ejercicio financiero, fue menos grave, pero ya advirtió al cerrar las cuentas que volvería al hábito del pasado y que eso mermaría la rentabilidad en 2019. No parece que sea el caso de momento y logra dar más beneficios a los inversores.

Entretanto, la gran batalla de las tecnologías se libra en la nube. AWS no tuvo competencia durante siete años en ese negocio. Eso le permitió crecer de forma silenciosa y ahora esa división le genera ingresos de US$7,700 millones y un beneficio operativo de US$2,220 millones.

Pero aunque va muy por delante del resto, los otros grandes actores se le acercan. Microsoft elevó un 14% los ingresos por el impulso del negocio de gestión de datos.

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