Universitario llegará al segundo clásico del fútbol peruano tras perder la punta del torneo ante Grau y no solo eso: también llegará sin Calca, Cancha ni Concha.
El primero, Horacio Calcaterra, por levantar muy imprudentemente la pierna en contra de Rafael Guarderas al minuto 95 del partido. Fue roja directa y muy bien puesta porque, aunque no lo ve llegar, le da contundentemente en el muslo. Planta del pie contra la pierna: a las regaderas.
El segundo —Christofer González— es un caso preocupante, pues tuvo que desvincularse de su club, en la segunda de Arabia Saudita, porque aquí se lo peleaban la ‘U’, Cristal y Alianza, más por el recuerdo que por su momento, en ese entonces, actual.
Y es que el popular ‘Cancha’ o ‘Canchita’ no rendía en la segunda saudita, donde jugó poco o nada y tenía una lesión que arrastraba. En ese contexto, los blanquiazules desistieron, los celestes no igualaron cifras versus deseos y los cremas sonrieron.
Sin embargo, en lo que va del año, ¿cuánto ha jugado? Pues —otra vez— poco o nada. De los 22 partidos posibles entre Copa Libertadores y Liga 1, ‘Cancha’ jugó 15, pero solo inició en 6; promedia 38 minutos por encuentro; y aún no anota ni asiste.
Es uno de los mejores pagados no solo de Universitario, sino de todo el fútbol peruano, pero lo invertido no se corresponde con lo demostrado, caso similar al de Gabriel Costa (costosísimo) que se mudó a Ate tras ser desestimado en La Victoria.
Por último, Jairo Concha, el único de los tres ‘10’ disponible y que viene jugando, pero ¿entonces, por qué dije que él tampoco estará en el clásico de este viernes? Pues porque él juega todo lo que desaparece y aparece tan poco como no lo merece.
Jairito es talentosísimo, pero no puede solo, sin alguien que vaya a su ritmo. Como en su mejor partido, el magistral 1-4 en el Monumental de 2022, donde jugó al lado de Lavandeira, Benítez, Benavente y Barcos. Antes y después de eso, solo chispazos.
Así llegará la ‘U’ al clásico, sin dar en el clavo con el reemplazo del cada vez más extrañado Piero Quispe. Y ojo que, para ambos, o ganas el partido más importante del año o todo comienza a venirse abajo.