Stefano Peschiera, primer clasificado a las olimpiadas de Tokio 2020 (Fotos: Francisco Neyra).
Stefano Peschiera, primer clasificado a las olimpiadas de Tokio 2020 (Fotos: Francisco Neyra).

Sobre un de madera, comprado por su abuelo, navegó por primera vez en el mar. Tenía cuatro años de edad, pero en el horizonte le esperaba la tradición familiar, que comenzó con su tatarabuelo, quien fue uno de los primeros en traer al Perú el lightning, una embarcación a vela.

Esa sensación de libertad, de viajar con la brisa e ir rompiendo las olas con el bote tomó forma a los 17 años, cuando empezó a competir a nivel olímpico. Pero su pasión también estaba en otras canchas, las del fútbol, donde fue delantero, y en la Física Pura, que la estudió hasta que la cambió por las Finanzas, en EE.UU.

Todo sumó y Stefano Peschiera navegó con el viento a su favor. Hoy es el primer clasificado de la delegación peruana a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y, hasta el momento, el único en vela. Con la experiencia de Río 2016, irá por una medalla. Pero antes competirá en el mundial, dos semanas previas a los Panamericanos Lima 2019. Al primero va para quedar en el top 10 y al segundo, por la de oro. Momento inédito en la historia de la categoría mayores.

“He logrado que la vela sea conocida y buenos logros”, dice orgulloso pero sin arrogancia el deportista que ha navegado al lado de tres tiburones; bajo lluvia, truenos y rayos; y sobre olas de más de cuatro metros.

Desde tu experiencia en Estados Unidos, ¿por qué el Perú no ha logrado tener un récord medallero importante en las olimpiadas?
Parte del desarrollo de un país es qué tan deportista y saludable es su sociedad. El Perú está muy retrasado en eso. Ahora que los Juegos Panamericanos serán acá, ayudará muchísimo a que el Perú se culturice en deportes.

Por ejemplo, ¿en qué consiste la vela?
Son campeonatos de seis días. Por día, son dos carreras, que las llamamos regatas. Cada una dura una hora y es muy desgastante. Se queman alrededor de 1,200 calorías por regata, que es como una hora corriendo 10 kilómetros. Es más, se entrena una hora antes. Más tiempos adicionales por cambios y una hora entre regata y regata, en promedio se pasan cinco horas al día en el agua. La velocidad la sacas con esfuerzo físico. En el laser voy solo. El bote es entregado por la competencia, para asegurar que sea justo y estándar. Solo entra a tallar tu habilidad física y mental.

Pero también debe haber una estrategia.
Así es. Por partida salen 50, aunque en los Juegos Olímpicos serán 37. Normalmente, empiezas a contraviento. La cancha mide como seis kilómetros y quien llega primero logra un punto; el segundo, dos y así sucesivamente. Se suman los puntos y el que tiene menos, al final de la semana, es el ganador. Normalmente se hacen 10 carreras en un torneo.

¿Es muy complicado entrar a practicar este deporte?
Hay ciertos clubes que lo facilitan. Ni siquiera tienes que ser socio. Solo vas con el interés de ser navegante. Te inscriben en la escuela y empiezas. Lo que sí no hay tantos centros dónde aprender y practicarlo. Está el Centro Naval, el Yacht Club Peruano y el Yacht Club Ancón. Proporcionan material y te apoyan.

Stefano Peschiera
Stefano Peschiera

¿Dónde está el placer de estar navegando sobre la vela?
Se pensaría que es como un paseo para ver la naturaleza. Pero cuando te vuelves jugador profesional, piensas en las posibilidades del juego. Se analiza estrategia y condiciones del viento.

Parte de la competencia debe ser lograr que la naturaleza sea tu aliada: aprovechar el viento y el curso del agua.
Así es. Normalmente el viento gira, no es estable ni viene en la misma dirección.

¿Y eso es inesperado o lo puedes prever a través de un estudio del tiempo?
Tenemos meteorólogos que trabajan con nosotros y ellos ven patrones en el viento. Por ejemplo, para Japón necesitaría todo un año de información para saber qué patrones sigue el viento. Paracas, por ejemplo, es un viento térmico: tiene solo dos direcciones de viento.

¿Hay alguna tecnología que ayude en esa labor?
En la lancha de entrenadores hay una pantalla que les dice los patrones de viento. La corriente es como una alfombra que se mueve y tienes que saber cómo posicionarte para sacarle ventaja.

El fútbol fue (o es) tu otra pasión. Eras delantero. ¿En la vela qué sería hacer un gol?
Quedar primero en una regata. Hay campeonatos en los que no ganas ninguna. Ahora, no es necesario ganar regatas, sino ser suficientemente consistente para obtener el campeonato. Por ejemplo, si en todas las regatas del torneo quedas séptimo, ganas el mundial.

¿Por qué no te quedaste en el fútbol?
La vela es un deporte de familia.

Sin embargo, estudiaste Finanzas y Física Pura. ¿Por qué?
Me gusta entender cómo funcionan las cosas: la mecánica, las fuerzas. Pero llevé unas clases de Finanzas que me gustaron y me cambié.

¿En qué se parecen las finanzas, la vela y la física?
(Risas). La física y la vela tienen mucho en común. Haber estudiado eso me ayuda a comprender ciertos movimientos y fuerzas del bote a través del agua. Y las finanzas sirven para las cuentas y los auspiciadores.

Hace unos 20 años, del surf no se hablaba mucho y hoy es cada vez más popular. ¿Cuál es el potencial de la vela?
La vela tiene un potencial parecido. Pero necesitamos que los juveniles estén motivados. Quiero demostrar que el sueño olímpico está ahí y que la vela puede ser un deporte para todos.

¿De qué se están perdiendo los que no hacen vela?
De una experiencia bonita con la naturaleza, la oportunidad de estar solo en el mar, donde recapacitas mucho. Encuentras una voz interna, con tu conciencia. Eso me ha ayudado en la vida. En el mar tus problemas son nada.

AUTOFICHA:
“Tengo 24 años. Nací en Surco, en Lima. Estudié Finanzas y Bienes Raíces. Estoy viendo hacer un posgrado en Administración de Empresas, pero pagar la carrera siendo entrenador de vela de la universidad en Estados Unidos. He ganado siete sudamericanos, he sido tercero en un campeonato mundial sub 21”.

“Ya perdí la cuenta de cuántos campeonatos nacionales he ganado. Pero hasta ahora no he ganado un mundial. El rango de edad en la vela es muy parecido al fútbol. El pico es entre los 27 y 33 años, es el tiempo para ganar medallas y ser campeón mundial”.

“Cuando estoy en Perú, siempre juego pichangas. Soy amigo de Edison Flores, Renato Tapia, Enmanuel Páucar, Roberto Siucho. Soy hincha de la ‘U’ 100%. Fui a un partido del mundial en Rusia, al que ganamos contra Australia, sentado al lado del papá de Renato. Yo estaba entrenando en Alemania”.