La llamada 'generación dorada' le dio a Chile su segundo título al ganar la Copa América Centenario. Sucedió en el estadio MetLife de Nueva Jersey, el 26 de junio, tras derrotar en la final a la Argentina de Lionel Messi. El cuadro, que para ese entonces ya era dirigido por el hispano-argentino Juan Antonio Pizzi –en reemplazo de Jorge Sampaoli–, se llevaba la gloria tras imponerse en la tanda de penales por 4-2, luego de que en el tiempo reglamentario el encuentro terminara empatado 0-0.
Los 'mapochos' se mostraron como un equipo sólido en todas sus líneas. Con sus laterales desbordando constantemente, una defensa que nunca dejó de presionar y un demoledor ataque.
Todo ello pese a un inicio dubitativo en el certamen, donde clasificó segundo en el grupo D con seis puntos producto de una derrota con Argentina y triunfos ante Bolivia y Panamá.
Pero en cuartos de final todo cambió. Los 'mapochos', con el extraordinario nivel de Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel, Eduardo Vargas y el golero Claudio Bravo, le infligieron una humillante derrota a México por 7-0 y en semifinales de deshicieron de Colombia por 2-0. Vargas terminó como el goleador del certamen con seis tantos, mientras que el 'Niño Maravilla' se adjudicó el premio al mejor jugador del campeonato. Por si fuera poco, Bravo se consagró como el mejor portero.