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Reimond Manco y sus mil y una oportunidades
El joven jugador ha desperdiciado todas las opciones de progreso que tuvo. ¿Cambiará ahora con su vuelta a la selección?
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Carlos Bernuy Florescbernuy@peru21.com
Las oportunidades en la vida suelen pasar tan rápido como la juventud. Y como la misma juventud, si no las aprovechas, ya no vuelven. Reimond Manco está fuera de esta definición. Las chances que le ha dado el futbol han sido tantas, y tantas veces las desperdició, que cuesta creer que hoy Alianza Lima y la selección le vuelvan a preguntar si quiere volver. A sus 22 años, el ahora jugador del UTC echó por la borda una carrera que para muchos lo iba a convertir en uno de los mejores jugadores del Perú.
Hoy se vocea y se susurra su nombre como el jugador refuerzo para Alianza Lima, para ese equipo del cual salió en 2008 y por la puerta de la calle Abtao. Manco fue el mejor jugador del Sudamericano Sub 17 y clasificó con Perú al Mundial, pero se dejó ganar por el personaje. Siendo muy joven estuvo en boca de vedettes, se casó, y hasta se dio el lujo de decir "que su ciclo en Alianza estaba finalizado", cuando no tenía ni siquiera un par de goles. Primera oportunidad lanzada por la borda.
Fue adquirido por el PSV de Holanda por casi 2 millones de dólares, y seis meses después cedido al Willem II por bajo rendimiento. Segunda chance desperdiciada. En ese pequeño equipo de la liga de Holanda casi ni figuró. Luego Juan Aurich compró su pase en 2010 y Manco gritó un gol en la cara de los hinchas de Alianza Lima durante la Copa Libertadores, aunque su equipo quedó fuera del torneo. Tercer regalo de la providencia que iba al tacho.
Sin embargo, el destino volvió a ser generoso con él cuando Atlante de México lo cobijó. ¿Y qué hizo el volante? A los pocos meses llegó con aliento al alcohol (según la prensa mexicana) y dijo haber sido secuestrado. Tuvo que salir casi de incógnito del país y se le abrió una investigación por falsedad en su declaración. Volvió a Perú y entró a un programa donde intentaba bailar. Parecía el fin de la carrera del jugador, con solo 20 años. Cuarta ocasión sin aprovechar.
Aurich tuvo que recibirlo y el mediocampista volvió a sacar ese comportamiento inmaduro al relacionarse con mujeres hambrientas de publicidad y escándalos en la calle, aunque para su currículum logró el campeonato del 2011 ante, justamente, Alianza Lima. En mayo del 2012, otra vez la bendita mano del destino le puso un buen contrato con el Al-Wakrah de Catar, aunque terminó cedido al UTC de Cajamarca en el 2013.
Con el equipo cajamarquino hizo un par de fintas, un par de jugadas de habilidad y ya se vocea que está muy cerca de Alianza Lima, allí donde empezó su historia. Además, Sergio Markarián decidió perdonar su 'escapada' a un casino hace un par de años y lo tomará en cuenta para la selección. La pregunta es si lo merece y si tanto Matute como la Videna no estarán errados. Reimond Manco debe saber que la juventud y las chances de la vida no son eternas. Y que no hay necesidad de tocarlas y tirarlas para saber que son realidad.
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