Redacción PERÚ21

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El jugador australiano de críquet , de 25 años, murió el jueves en un hospital de Sídney (), dos días después de que un pelotazo durante un partido le provocara una "catastrófica" lesión que causó una hemorragia cerebral masiva.

El bateador internacional recibió un golpe en el cuello tras un lanzamiento corto durante un partido doméstico el martes, y la fuerza de la pelota le provocó una perforación de la arteria vertebral, dijo el cuerpo médico del hospital St Vincent.

"La lesión en la cabeza que sufrió fue catastrófica (…) Se le removió parte del cráneo para aliviar la presión (…) pero no tuvo una mejora y desafortunadamente murió a consecuencia de la lesión", dijo Tony Grabs, director de trauma del hospital, a periodistas.

El jugador fue resucitado en la cancha, pero nunca recuperó la conciencia y tras la cirugía fue puesto en un coma inducido. La lesión, llamada , ocurre cuando una arteria se rompe, lo que lleva la sangre al área del cerebro.

"La palabra tragedia se usa con demasiada frecuencia en el deporte, pero este accidente no común es una tragedia de la vida real", dijo el presidente ejecutivo del organismo que regula el deporte local, Cricket Australia, James Sutherland, con la voz entrecortada.

Las pelotas de críquet son casi del mismo tamaño y forma que las de béisbol, pero más pesadas. Los lanzadores rápidos regularmente envían la pelota a velocidades de 140 kilómetros por hora y los lanzamientos cortos son con frecuencia usados como una táctica para intimidar a los bateadores.

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