Nunca antes visto en el fútbol de Grecia. El pasado fin de semana se disputó uno de los clásicos del balompié de este país europeo. Se enfrentaron el PAOK Salónica y el AEK Atenas.
El ex equipo del peruano Carlos Zambrano, el PAOK, jugaba de local. El empate se decretaba en el partido. Faltaban apenas dos minutos para acabar y los dueños de casa consiguieron un gol de cabeza.
Pero el árbitro arruinó la alegría de toda la hinchada y anuló el tanto convertido. El fastidio de los jugadores fue inmediato, quienes no dudaron en reclamarle al juez de cotejo.
Aunque eso no fue todo. Nadie esperó que el presidente del club se ofuscara tanto como para decidir entrar al campo con un arma de fuego ¡Sí, una pistola!
Ivan Savvidis se acercó peligrosamente al centro del terreno, mientras su seguridad trataba de detenerlo. Le pedía a sus jugadores que se retiren y también le dedicaba algunas palabras a la terna arbitral.