Perú empató 2-2 ante Venezuela y complicó su clasificación al Mundial Rusia 2018 (César Fajardo)
Perú empató 2-2 ante Venezuela y complicó su clasificación al Mundial Rusia 2018 (César Fajardo)

Redacción PERÚ21

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Aquí no hay humo, no hay cuento o careta. No hay "empate milagroso", "gran remontada" o "el gol estaba en la banca". No hay nada de eso. Porque eso sería decirte que seas tan conformista como nuestro seleccionador, tan poco concentrado como algunos jugadores o tan tonto como el deseo siendo amigo de la realidad. Aquí se trata de decir que pasamos otro papelón. Que empatarle a dos a Venezuela nos pone en el limite de lo ridículo.

Perú jugaba en casa, con todo su equipo, con el aficionado que pudo invertir S/50 (precio de la entrada popular) en un pollo a la brasa para su familia, pero decidió usarlo para un boleto al mundo de la amargura. Ayer se vio a diez jugadores —el portero Pedro Gallese es el único que se salva— que no se acercan a la palabra equipo. A eso que Ricardo Gareca está lejos de darnos.

Porque el 'Tigre' es un gatito en las Eliminatorias Rusia 2018. Acusa falta de experiencia y toma decisiones que no se entienden. Carlos Ascues no juega hace ocho meses y le da la titularidad en la zaga central. ¿En qué otro país le darían esa chance? Solo aquí donde sufrimos un torpe penal suyo. Lo de Christian Cueva da para preguntarse ¿qué le aporta al equipo?

Arriba, Jefferson Farfan acusó la falta de fútbol. En tanto, Paolo Guerrero parece estar más atento a charlar con la novia horas antes del partido que a convertir dos chances claras de gol que tuvo. Luego, Claudio Pizarro, que está en su mejor momento —según algunos— en Alemania, pero en ese 'renacimiento', sigue siendo un adorno en la selección. No hay vuelta, allá es un Dios, aquí es un simple mortal.

Pero sigamos, ¿cómo es posible que la selección peruana no tenga un volante central? Alguien que marque y de al menos un pase respetable. Renato Tapia se equivocó en el primer gol visitante y Gareca se lo hizo pagar cambiándolo. A Ballón le quema la pelota y Vargas sigue desordenado. ¿Advincula? Corre y centra. Tan fácil como correr a una discoteca en el sur y divertirse.

Este es Perú, amigo. Ese equipo que prefiere morir en su presente a respirar algo de futuro a diferencia de Venezuela que puso coraje y a seis debutantes. De nuestro lado, Ruídiaz y Flores entraron porque no habia más y aportaron lo suyo. Benavente se quedó en la banca cuando más necesitábamos un creativo. Callens se fue la tribuna aún teniendo más ritmo que Ascues. Beto Da Silva moría por entrar, pero a Pizarro no lo querían sacar. Este es Perú.

Hablar sin humo, sin cuento es tan fácil. El tema es querer hacerlo.