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Larissa Latynina, ‘la reina madre’
Esta es la historia de la gimnasta ucraniana que tiene el mayor número de medallas en la historia de los Juegos Olímpicos. En Londres, su récord podría ser superado.
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Es la coleccionista de medallas, es la deportista que ostenta el mayor número de preseas en la historia de los Juegos Olímpicos: 18 en total (nueve de oro, cinco de plata y cuatro de bronce).
Conocida también como 'La reina madre', Larissa Latynina nació en Ucrania en 1934 y desde muy niña su afición al ballet y la danza fueron clave para incursionar en la gimnasia a los 13 años, pues lo veía casi igual, pero con algo de dificultad por las acrobacias.
Su precoz maternidad a los 16 años forjó un carácter indestructible que le ayudó a competir con fiereza para conquistar la historia. A los 19 años fue incluida en la selección de Unión Soviética. Participó en diferentes torneos.
Pero fue en los Juegos de Melbourne 1956 donde deslumbró, pues pese a llegar como una desconocida, Larissa se convirtió en la estrella del evento al conquistar seis preseas, cuatro de oro en equipos, individual, suelo y caballo; una plata, barras asimétricas y un bronce en aparatos por equipos.
Cuatro años más tarde, en Roma 1960 y con tres hijos a su cargo, Latynina volvió a deslumbrar con tres preseas de oro, en individual, equipos y suelo, dos de plata en asimétricas y barra de equilibrio y el bronce en salto.
En sus terceros juegos, Tokio 1964, cosechó seis medallas: dos de oro (equipos y suelo), dos de plata (individual y salto) y otros dos de bronce (asimétricas y barra de equilibrio).
Con 30 años a cuestas le llegó el relevo. La checa Vera Caslavska, quien le ganó el concurso general, evidenció el cambio. A esa edad, Larissa le puso fin a su trayectoria en las Olimpiadas, tras ser derrotada por Caslavska, quien le ganó el concurso general.
Dos años después se retiró como gimnasta y pasó a ser entrenadora de su país hasta Montreal 1976, donde acabó su carrera olímpica luego de que su equipo fuera derrotado por un nuevo mito que asomaba: Nadia Comaneci. En 1988 ingresó en el Salón de la Fama de la gimnasia y un año más tarde recibió la Orden Olímpica del Comité Olímpico Internacional.
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