/getHTML/media/1238503
Rubén Vargas sobre inseguridad: "Se necesita inteligencia no estado de emergencia"
/getHTML/media/1238497
Gilmer Meza de Sutep Lima: "Ministro de Educación -Morgan Quero- debería de renunciar"
/getHTML/media/1238485
Alfonso Bustamante CONFIEP sobre inseguridad: "No hay liderazgo, hay ineficiencia"
/getHTML/media/1238306
Mariana Costa de Laboratoria habla sobre sus encuentros Obama y Zuckerberg en La del Estribo
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238303
¿Cementos y fútbol femenino? Gabriel Barrio de Unacem en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
/getHTML/media/1238198
Lo último: allanan la casa de 'Chibolín'
/getHTML/media/1237508
Hugo de Zela sobre viaje a EE.UU.: "Se intentó explicar al Congreso, pero Dina no quiso"
/getHTML/media/1237506
Abraham Levy: "Hay mucho desinterés sobre los incendios forestales"
/getHTML/media/1237484
Darío Sztajnszrajber, filósofo: "Aprendamos a vivir el amor también con sus sombras"
PUBLICIDAD

Se ganó a Panamá, pero hay que ir con calma

La selección mostró mejoras, pero también varios puntos débiles. No conviene dejarse llevar por la euforia.

Imagen
Fecha Actualización
Carlos Bernuy Florescbernuy@peru21.com

Cuando te dejas llevar por la euforia, corres el riesgo de tener un optimismo enorme. Un optimismo desbordante que puede llevarte por un camino fácil, un camino al abismo. Perú le ganó 2-1 a Panamá, pero eso no sumó en la tabla de posiciones de la Eliminatoria, no le metió miedo a Ecuador ni nos convirtió en fábrica de talentos. Fue una prueba que superamos y que nos prepara para el examen final, ese que da el ingreso al último cupo para ir al Mundial.

Pero para no vestirnos de pesimistas, arranquemos por lo positivo que dejó el amistoso. A pesar de ser una cara conocida, Carlos Lobatón dejó en claro que debe de ser –en el fútbol peruano– el volante de primera línea con mejor pase. Su servicio a Yordy Reyna fue magnífico. Edwin Retamoso destaca en lo físico y a eso le ha añadido orden en el campo. La pareja de centrales, Rodríguez y Zambrano, mostró coordinación en el quite por bajo.

Ahora lo que a pocos les gusta: las críticas. Perú perdió todo por arriba. Los panameños estrellaron un remate en poste, marcaron un gol y casi desnivelan por esa vía. Ante Ecuador, jugadores como Benítez y Caicedo serán un peligro en cada pelota parada. Otro detalle es el sector izquierdo. Juan Vargas no desentonó, pero le cuesta apoyar en la marca. Con Yotún en ese costado, que tampoco destaca en el quite, asusta un poco la libertad que pueda tener un Antonio Valencia que domina la banda derecha en el Manchester United.

Además, hay que cubrir los disparos desde lejos y presionar a una defensa que ante Alemania (en amistoso) se mostró nerviosa. Si bien Markarián no definió el equipo, podría arriesgar, una vez más, con Pizarro, Guerrero, Farfán y Vargas como cuarteto ofensivo. El tema es que ante un equipo muy físico, Perú debería poblar un poco más el mediocampo, pelearlo, ganar la pelota y dejar a Farfán más cerca al área. Además, guardar a Pizarro o Vargas para un recambio le daría a la banca de suplentes algo de nivel.

Un tema aparte son los jóvenes a los que no hay que endiosar. Yordy Reyna es un atacante que no teme al juego fuerte y seguramente se consolidará poco a poco en la selección. No es Farfán, no es Messi, no es 'crack'. Cristian Benavente es un jugador que tiene un nivel importante, no por algo está en las canteras del Real Madrid. Pero hay que esperar que crezca solo, así como destacó en la Sub 20 y llegó a la mayor. No hay que abrumarlo con que sea mejor que el 'Chorri' Palacios o que iguale a Téofilo Cubillas. O ponerle apodos sin sentido. Paolo Hurtado jugó con nervios y André Carrillo gusta más de la banda que de las diagonales, lo que le quita gol.

Perú venció a Panamá, pero no hay que dejarse llevar por la euforia. Nos sirve para llegar mejor que el rival que cayó en su respectivo amistoso. Claro, podemos decir que Panamá no es Alemania, pero también podemos decir que, si vamos con calma, sin triunfalismos, estaremos más cerca de la realidad. Y jugar en la realidad, ganar en la realidad, sí da puntos.