Paolo Guerrero: Tutorial para quitarse la camiseta naranja

Hay partidos en la vida tan fuertes, yo sí sé. Paolo Guerrero se está jugando el duelo más importante de toda su carrera. Mucho más que el de Colombia por Eliminatorias y, definitivamente, muchísimo más que el que litigó para ser mundialista.

Paolo Guerrero se está jugando la vida. La vida, porque el fútbol es su gasolina y la vida porque eso es lo que se estaría poniendo en juego en su familia. Sin duda, el ‘Depredador’ está contra su propio arco. Un movimiento en falso y “acabou o caô”.

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Perú21 pudo conversar con Jaime Talledo de Lama, socio líder del área de derecho deportivo de Stucchi Abogados, y, desde el primer segundo de nuestra charla, nos advirtió que esta era más que una batalla, era una final. Así que mucha concentración, calma y ¡a pelear!

El ataque del ‘Depredador’

Trece días después de haber firmado contrato desde Río de Janeiro, Paolo Guerrero apareció en todos los medios denunciando extorsiones y que la vida de su mamá e hija estaban en riesgo, negándose a viajar a Trujillo y, en consecuencia, a jugar en la César Vallejo.

Como principales armas, el máximo goleador histórico bicolor ofreció a la opinión pública todos los chats y las amenazas que recibió su entorno. El ‘Depredador’ pareció por momentos descontrolado, enojado y, sobre todo, muy frustrado.

“¿Es que acaso esto es normal? ¿Recibir amenazas de muerte es normal? ¿Que te manden fotos de tu hija menor de edad es normal?”, estallaba el ‘9′ como cuando le erraba al gol o como cuando veía a su equipo caer sin nada más que hacer.

Pero no solo eso. El exLDU también presentó su renuncia formal al club por medio de su agente y, ante eso, “nadie te puede obligar a laborar en un lugar donde no quieres estar. El trabajo forzoso está prohibido (aquí y allá)”, advirtió Talledo de Lama.

La defensa de la UCV

Al ver el tour que hacía Paolo por todos los medios, la César Vallejo, encabezada por Richard Acuña, no bajó la cabeza ni aceptó la presión en la prensa. El equipo poeta respondió y, con la renuncia del goleador en la mano, informó su rechazo, pero ¡cuidado!

“Hay que hacer una precisión: lo que se rechaza no es la renuncia en sí, sino la exoneración de los 30 días de plazo, que es muy distinto. Es decir, Guerrero tendría que trabajar hasta el 15 de marzo”, agregó el letrado, aunque ya sabemos que el ‘9′ no se presentó este sábado.

Además de eso, desde Trujillo, los directivos cuestionaron la veracidad de las amenazas y extorsiones que habría recibido el ‘Depredador’ y su familia por no haber puesto ninguna denuncia hasta ayer, según él mismo informó en sus redes.

Sin embargo, ni la denuncia temprana o tardía lo salvarían, ya que, en la legislación peruana, la exoneración del plazo de renuncia es total potestad del empleador; o sea, el goleador quedó a merced de la voluntad o ¿empatía? de los Acuña.

El fin de la guerra

Al margen de que la UCV tenga la sartén por el mango por los plazos y los supuestos auspicios firmados, si ambas partes deciden ir a los tribunales, no sobrará mucho por ganar: Paolo Guerrero se retirará y la César Vallejo se quedará sin el goleador que necesitaba para “campeonar”.

¿La solución? Sin duda, vistos ambos extremos, lo más sensato es ceder, negociar y ponerse creativos. Fíjense: el tiempo que necesita uno es la indemnización que generaría la empatía del otro.

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