Pablo Sabbag volvió de la Copa Asia eliminado y con el tobillo hinchado. Hinchado como tiene a todos los hinchas de Alianza Lima que se emocionaron con sus 9 goles del año pasado y chau. Lesionado.
Los victorianos contrataron a un ‘Jeque’ del área, pero acabaron comprando un ‘Tobillito’, como lo apodaron en redes sociales, con una inscripción de «frágil» al lado. El ‘9′ seguirá sin debutar por un mes y medio más.
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Habrá algún blanquiazul optimista que grite y que diga: «Pero si tenemos a Barcos y Waterman» dejando escapar que, sumándole los partidos de la Libertadores a los de la Liga 1, el equipo necesitará refrescar.
Y aquí es donde el ‘profe’ Restrepo debe de voltear hacia la dirigencia íntima que lo convenció de que ‘Tobillito’, digo Sabbag, daba hasta para titular mostrándole sus golazos, pero ocultándole los partes médicos.
Justo hoy, el técnico acaba de redescubrir, como todos los anteriores, el ‘talón de Aquiles’ de los directivos que lo trajeron: para ellos, ser técnico es como jugar al FIFA o al e-Football en la compu o en la Play Station.
La cúpula aliancista hizo bien en limpiar el vestuario (casi) por completo y darle un aire más profesional al ‘equipo del pueblo’, pero -más importante que eso- hubiese sido comenzar por ellos mismos.
Por lo pronto, se viene el primer clásico del año, donde Alianza Lima buscará lavarse la cara en algo (si es que es posible) por las finales y título perdido del año pasado. Ojalá todos estén a la altura del partidazo.
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