Hernán Barcos llegó a Alianza Lima hace dos años, pero los llevará para siempre no solo en su corazón, sino también en su piel, porque -pese a haber perdido el título- el ‘Pirata’ se tatuó el brazo con una hermosa frase.
“Este amor no es para cobardes. 1901″, fue lo que se grabó para siempre en el antebrazo el máximo goleador extranjero de la historia de los victorianos en clara alusión a la arenga íntima más típica junto al año de fundación.
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Como se puede apreciar siempre, el ‘9′ aliancista es el líder más positivo del club blanquiazul de las últimas décadas y, por gestos como este, los hinchas del club lo reconocen y lo aprecian al margen de las victorias o derrotas.
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Vale resaltar que, esto se pudo conocer gracias a los videos difundidos por su esposa, la brasileña Giuli Cunha, quien siempre lo acompaña antes y después de que el argentino entra y sale del campo de juego desde 2013.
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¿Cómo se conocieron Hernán Barcos y su esposa?
En 2013, Hernán Barcos tomó una decisión que le cambió la vida. El popular ‘Pirata’ llevó sus goles desde el Palmeiras hasta el Grêmio y fue ahí donde conoció a Giuli Cunha, su futura esposa.
La brasileña era parte del equipo de marketing y publicidad del tricolor gaúcho y quedó completamente enamorada no solo de los casi 50 goles del argentino, sino también de su personalidad.
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