Chela, cachai, altiro, bacán, carretear, son algunas de las palabras más utilizadas en el habla coloquial chileno (elmostrador.cl)
Chela, cachai, altiro, bacán, carretear, son algunas de las palabras más utilizadas en el habla coloquial chileno (elmostrador.cl)

En se habla español, pero sobre todo se habla chileno. Eso lo saben todos los peruanos que han viajado al país del sur o que conocen a algún 'roto'. Y ahora, que cada vez queda menos para empezar la , es necesario ir preparando el terreno a los hinchas peruanos para que entiendan algo de lo que hablan sus vecinos.

Para empezar, cuando lleguen a Santiago habitualmente escucharán 'amái' en vez de amar, 'tenís' en vez de tienes, 'salís' en vez de sales, 'jugái' en vez de juegas, 'corrís' en vez de corres. Son las llamadas "terminaciones verbales voseantes" que si bien no están aceptadas en la norma culta, las utilizan la mayoría de las personas.

Otras características típicas son la caída de la 's' final, el seseo o el debilitamiento de la 'd' entre vocales y el infaltable "po" al final de cada frase. Ahora, si vamos al terreno de los modismos, debemos tener cuidado porque, en algunos casos, las diferencias son desproporcionadas.

Por ejemplo, si escucha la palabra "cabro" no es lo que usted piensa. En Chile se refieren a un niño o a un joven. Puede escuchar frases como "el cabro chico anda puro molestando" u "hoy me voy a juntar con los cabros". En otros casos, puede escuchar "cabro culeao", pero esto sí es una ofensa.

"Cachay" no es el humorista peruano, es una de las palabras más utilizadas en Chile. Sustituye al verbo "entender" o, de acuerdo a su uso y contexto, al verbo "mirar". Por ejemplo, "oye, cacha ese auto rojo" o "el gringo no entiende español, no cacha ni una" o "tienes que sumar y restar, y luego dividir: ¿cachay?". Al igual que el Perú, la palabra "cacha" tiene una connotación sexual.

La palabra "güeón" ha sido objeto de análisis por diversos expertos de la lengua en Chile. Alude a las personas torpes, pero se trata de un chilenismo de uso múltiple. Si entiende esta palabra, entiende el chileno. El siguiente ejemplo lo explica mejor:

"¡Qué güeón (irresponsable) he sido! Antes era un güeón (tipo, muchacho, hombre, persona, etc.) distinto. Sabía distinguir una güeá (cosa) de otra. Pero ahora la güeá (situación, problema) llegó al límite. Y no es güeeo (chiste, burla, talla, decir algo sin fundamento), sino una güeá (situación, problema, encrucijada) de la que tengo que salir como sea. Si no hubiera sido tan bueno pa'l güeeo (fiestero, irresponsable, insensato) no estará güeiando (padeciendo, sufriendo, perdiendo el tiempo) en esta güeá (porquería)."

La jerga chilena

Una "luca" es un billete de mil pesos chilenos (5 soles, al tipo de cambio). "Gamba" es una moneda de cien pesos (un sol ochenta, aproximado). "Güeón fome" quiere decir aburrido. "Güeón seco" es un tipo muy bueno en lo que hace. "Al tiro" es lo mismo que decir "al toque". "Dejar la escoba" significa estropear algo. "Chucha" es una exclamación, pero "sacar la chucha" es pelear y ganar. "Mina" o "mino" es una persona linda y atractiva. "Irse en la volada" significa inspirarse. "Calmao" quiere decir espérate. La "pega" es la chamba. "Pololo" es lo mismo que novio. "Pulento" es chévere, y su variante "la pulenta" es como decir "te lo juro". "Sapear" es escuchar secretamente a otros. El "carrete" es la juerga. El "taco" es el embotellamiento. Y como bonus track, podemos decir que en Chile a Papa Noel le dicen "Viejo Pascuero".

Podríamos seguir enumerando mucha más palabras y dar más ejemplos, pero con esto ya podemos decir que estamos listos para entender a un chileno.

El siguiente video, preparado por la productora Kachi Pum, nos revela más detalles sobre cómo hablamos los chilenos.

Cabe destacar que, según un estudio realizado por la Facultad de Lingüística de la Universidad de Chile en 2013, los chilenos y los argentinos son los que peor hablan el español, mientras que los peruanos, de acuerdo al mismo estudio, son los que mejor pronuncian el idioma.

A propósito, el lingüista chileno Darío Rojas, quien estuvo a cargo de la investigación anterior, publicó recientemente un ensayo titulado , y aprovechó la ocasión para afirmar que "es falso que los chilenos hablen mal, (sino que) lo hacen distinto". 

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