Llegó el día. El partido que en La Victoria esperaban incluso desde antes de vencer a Nacional y clasificar a la Fase 2. Boca es el rival a vencer para clasificar a la Fase de Grupos de la Copa, lugar en donde los ‘Íntimos’ —a pesar de que los triunfos le fueron esquivos— se habían acostumbrado a estar.
Podría tratarse de la versión más opaca del ‘Xeneize’ de los últimos años, pero los equipos peruanos rara vez son favoritos frente a los argentinos. Después de todo, si se habla de jerarquía, en Sudamérica hay pocos nombres tan pesados como el de Boca Juniors. Es el tipo de condición casi inexplicable que le permite al club que preside Juan Román Riquelme ser capaz de ganar partidos incluso jugando mal. Ahora bien, tampoco es necesario contarle a nadie acerca de la grandeza de Alianza Lima, y, ciertamente, los muchachos de Fernando Gago no han logrado convencer a ‘La Doce’ desde que el exvolante azul y oro asumió la dirección técnica del equipo.
Este es para Boca, como se menciona, uno de los peores momentos para jugarse la campaña continental. Por el otro lado, se pensaba, hasta hace un par de días —quizás por la emoción de volver al triunfo en Libertadores después de años—, que el presente de Alianza Lima era inmejorable.
Sin embargo, una inesperada caída ante A. Atlético en Trujillo cambió todo. Alianza se dejó voltear, sin restarle méritos a un letal cuadro de Sullana, un partido que iba ganando por 1-0 hasta el final del primer tiempo, y terminó encajando tres goles en contra. De pronto, todo el mundo se percató de que, pese a que los resultados habían estado de su lado, el arco de Viscarra había sido vencido en cada encuentro disputado este año; que a los dos tantos que hizo Nacional por la ida y la vuelta de la fase 1, se suma otro par de goles a favor de los paraguayos, que finalmente fueron anulados (con justicia); y que, pese a que al hincha le gusta la filosofía de Néstor Gorosito —»No entendemos el fútbol de otra manera que no sea atacando» (sus palabras)—, el equipo no logra retroceder a tiempo para defender.
Luego de aquel estrepitoso tropiezo, en el que Alianza aparentó quedarse sin combustible (a pesar de tratarse del cuarto partido de la temporada regular), las dudas crecieron, amenazando con desinflar la ilusión generada a partir de la buena impresión dejada en el debut ‘copero’. No obstante, es preciso guardar la calma, y es que los ‘blanquiazules’ tienen la misma cantidad de motivos por los cuales preocuparse que tenían antes de enfrentar a Alianza Atlético. No hace falta perder el tiempo en explicar lo normal que es que un plantel prácticamente nuevo e influenciado por la inédita propuesta —muy distinta a las que se venían planteando en La Victoria desde hace ya mucho tiempo— de un nuevo técnico, patine.
Alianza Lima tiene con qué sacarle ventaja a Boca Juniors. Para hacerlo, deberá tener un rendimiento defensivo altísimo, guardar un orden táctico impecable, y luchar cada pelota como si fuera la última. Sin embargo, también requiere de la misma ambición y confiaza para atacar que el ‘Pipo’ Gorosito ha venido pregonando desde que llegó a Matute. Encontrar un balance eficiente entre el ‘yin’ y el ‘yang’ será clave, no solo para hacerle frente a Boca, sino para competir, de lograr avanzar, en la Copa Libertadores.
Es importantísimo no descuidar la marca, pero con respecto a la filosofía de juego, no se puede dar marcha atrás. ¿Alianza quería jugar, quería proponer, y, más importante aún, volver a sus raíces futbolísticas? Bueno, pues, allí está. Ahora toca empujar hacia adelante, y tener, como en todo en la vida, un poco de fe.
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