‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’: Nostalgia manipulada para contentar a la fanaticada [RESEÑA CON SPOILERS]

Era de esperar que Disney no buscara arriesgar para contentar hasta al más purista de los fanáticos.

Por Gabriel Calderón Portugal

Fui a ver el episodio IX con varios amigos, uno se durmió. ‘ resume lo peor de la nueva trilogía y reconfirma el despropósito de hacerlas para solo contentar a la fanaticada con una nostalgia que se siente totalmente manipulada. Luego de la polarización de opiniones en “Star Wars Episodio VIII: Los últimos Jedi” (2017) era de esperar que Disney no buscara arriesgar para contentar hasta al más purista de los fanáticos. Esto termina condicionando el último episodio de una trilogía que en algún momento perdió la brújula.

“El emperador Palpatine ha vuelto y no sabemos cómo” a los diez minutos es la frase que resume toda la película y es que ni Abrams (el director) ni los guionistas saben cómo. El principal problema de “El ascenso de Skywalker” radica en la torpeza con la que está escrito un guión que más parece un fanfic de un argumento elaborado en Reddit. La trama en ningún momento se desarrolla por si sola, necesita de elementos ajenos (la daga, el espía, la insignia, el sable de luz, la nave, etcétera) y de personajes planos y descartables para poder avanzar (DO, ¿era necesario el nuevo robot?, Zorii Bliss, la nueva Power Ranger, y Jannah, la excusa para que nos olvidemos del cuasi romance entre Rose Tico y Finn).

A pesar de no ser perfecta, la trilogía original supo sostenerse en sus personajes. Cuando no veíamos a Luke o a Obi Wan, ahí estaba Han Solo o Leia. Se manejaba muy bien estos matices en los personajes: en “Una nueva esperanza” no sabíamos si podíamos fiarnos de Han Solo, mientras que en “El Imperio contraataca”, nunca se pudo confiar en Lando. En esta nueva película no hay nada de esto. Finn y Poe tranquilamente podrían ser la misma persona; BB-8 solo es un nuevo R2D2 y Chewbacca ahora es la mascota del equipo.

Los momentos nostálgicos llenos de guiños tampoco funcionan. La llegada de la caballería en la batalla final está más que avisada (incluso avisaron un par de veces para que no se escape el momento). Me pregunto, ¿este momento, acaso, no es un calco de otro gigante taquillero visto a mediados de este año? Al menos en “Avengers: Endgame” conocíamos a todos los que llegaban, acá en cambio recién nos enteramos que estas naves existen ¿Esta batalla final contra un ejército anónimo no es la misma batalla que vemos en cualquier película de superhéroes? La Liga de la Justicia ya lo había hecho, la primera de Avengers también, etcétera, etcétera. Una vez más, nada nuevo en el episodio IX.

El colmo llega con la aparición de Palpatine. Además de su inexplicable regreso, el personaje se ha convertido en un malo de cartón. Ya no es ni calculador ni manipulador, es una mezcla de lo peor del monstruo de Frankenstein con un Drácula. Un malo, malito, malote quien, en el peor de los clichés, explica completamente su plan ante un ejército de soldados anónimos durante cinco minutos (Numerosas risas macabras incluidas).

Como en el episodio VII y el VIII, lo más interesante es la trama de Rey y Kylo Ren. Toda la película se sostiene en ellos y en la lucha de cada uno por convencer al otro para irse a su lado. Quitando algunas inverosimilitudes, la tensión entre ellos es realmente interesante gracias al gran desarrollo que han tenido como personajes. Sin embargo, la culminación del conflicto se convierte en un final sacado del melodrama más azucarado que pueda haber (numerosas risas del público incluidas).

Puedo decir que la película no es la peor de todas las de la saga de Star Wars (“La amenaza fantasma” (1999) no se olvida), pero es una decepción. Una decepción por nunca arriesgarse a crear una historia que, alimentándose de la trilogía original, pueda ser capaz de crear su propio legado. “El ascenso de Skywalker” no es mala, es decepcionante y eso ya es demasiado para una saga como Star Wars.

Al final despertamos a mi amigo. Fue el que más disfrutó la película.

Tags Relacionados:

Más en Cultura

Patricia Frayssinet: “Yo no pierdo la ilusión nunca; es tan bonito comenzar”

Andrea Echeverri: “‘El dorado’ es un disco lleno de ingenuidad y de genialidad” | Movida21

Catedral de Lima abre sus puertas en el Mes Internacional de los Museos

Máximo Laura, tejedor: “No hay posibilidad de sobrevivencia si no manejas lo empresarial”

Lima recibe la 3ª edición del Festival de Cine Brasileño

La Tarumba presenta “Quereres”, su espectáculo por sus cuarenta años

Siguiente artículo