Poesía peruana infantil: Lee un extracto del libro

“El Perú es rico en poemas y cantos accesibles al público infantil, cercanos a sus experiencias y sus sueños, a sus juegos y sus anhelos”, escribe Ricardo González Vigil en el prólogo de Poesía peruana infantil, una copiosa, diversa e importante reunión de poemas que pueden ser leídos por el público infantil (y no tan infantil), y llegar a ser como aquel primer fruto que una vez que lo probamos, no lo dejamos.

“Ninguna etapa de la existencia mejor que la infancia para iniciarse en el descubrimiento de la Poesía”, agrega el autor de la deliciosa selección. Una antología que no debe faltar en ninguna biblioteca ni en ningún salón de clases.

Fútbol

Blanca Varela

A Vicente y Lorenzo

juega con la tierra

como una pelota

báilala

estréllala

reviéntala

no es sino eso la tierra

tú en el jardín

mi guardavalla mi espantapájaros

mi atila mi niño

la tierra entre tus pies

gira como nunca

prodigiosamente bella

***

El trompo

Iván Rodríguez Chávez

Bailarín de un solo pie.

Acróbata del equilibrio en movimiento.

Forma de corazón

madera del afecto

con tu zumbido musical

giras sobre tu eje como el mundo.

Cordel. Impulso. Energía.

Salto al escenario de mi mano.

Gimnasta de las vueltas sin mareos.

Caricia embriagante de tu baile.

Danzante infatigable sin pareja.

Trompo de mis años infantiles.

Arte de carpintería para el juego.

***

El rocío

Anónimo quechua

Las gotas de agua

que en las flores amanecen

son lágrimas de la luna

que de noche llora.

***

Madre

Carlos Oquendo de Amat

Tu nombre viene lento como las músicas humildes

y de tus manos vuelan palomas blancas.

Mi recuerdo te viste siempre de blanco

como un recreo de niños que los hombres miran

/desde aquí distante.

Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura.

A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso.

Entre ti y el horizonte

mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos.

Porque ante ti callan las rosas y la canción.

DATO

Poesía peruana infantil

Esta antología es publicada por Mascaypacha Editores. Reúne más de 100 poemas, de autores consagrados, como César Vallejo, y de la tradición oral. También trae ilustraciones de Natalí Sejuro Aliaga. Una joya.