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BICENTENARIO

Natalia Sobrevilla: "(En Junín hubo) gente muy comprometida con la independencia”

La historiadora Natalia Sobrevilla Perea acaba de publicar ‘La nación subyacente. Diez ensayos para pensar la independencia peruana’, libro donde narra su parentesco con nuestra heroína María Parado de Bellido. La entrevistamos.

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Natalia Sobrevilla: Historiadora explica la Batalla de Junín. (Foto: Martin Pauca).
Historiadora Natalia Sobrevilla Perea.
Fecha Actualización

La leyenda familiar dice que a su abuelo lo mandaron a Lima, en 1904, para estudiar Derecho. El mandato era volver como abogado y ganarle las tierras a unos parientes. Así lo hizo. Regresó a Huancavelica. Pero le dijo a su familia: “Nosotros no tenemos la razón, no voy a pelear esta causa”.

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El abuelo nació en 1883. Murió cuando Natalia tenía dos años. Fue historiador aficionado y juez. David Sobrevilla no solo era un hombre recto, sino también fue familiar de María Parado de Bellido, la heroína peruana de la independencia.

¿Analizar y escribir la historia es una forma de hacer justicia? El asesor de su tesis doctoral en Londres le dijo: “Para entrenarse como historiador hay que escuchar juicios, cómo los abogados presentaban los casos”. La historiadora Natalia Sobrevilla así lo hizo.

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Acaba de presentar su décimo libro La nación subyacente. Diez ensayos para pensar la independencia peruana (sello Debate para Penguin Random House), en donde aborda, entre otros temas, lo que vivió el Perú un día como hoy hace 200 años.

 

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El libro.

 

¿Cómo fue aquel 6 de agosto de 1824 en Junín?

Fue una batalla que tanto patriotas como realistas venían buscando. Los que venían de Colombia querían hacerla cercana a la conmemoración de la Batalla de Boyacá, que es el 7 de agosto, y lo lograron; movilizaron todas sus tropas, ellos venían de norte a sur, por la vertiente occidental del lago Junín, y lograron encontrar su campamento en el pueblo que tiene el nombre de Rancas, y ahí estuvieron los días 2, 3 de agosto; fueron llegando de Cajamarca, Huaraz, Huánuco todas las tropas que Bolívar había estado entrenando en altura. De sur a norte venían los realistas y los dos bandos tenían la misma idea de tratar de cercar al enemigo cortándolos del lugar donde estaban cómodos. Los realistas venían por la vertiente oriental del lago. En la punta del lago, a la altura del pueblo de Reyes, se da el encuentro.

En uno de los ensayos del libro detallas que los independentistas tenían tres divisiones, dos de Colombia y una de Perú. Otra vez el componente ‘foráneo’ en las luchas de la independencia.

Las personas del Perú eran casi todas del norte, que es el primero en independizarse: Torre Tagle declara la independencia de Trujillo en el año 20 y el norte nunca más vuelve a ser conquistado, cosa que sí pasa con Lima. Los realistas toman Lima dos veces. Los dos generales más importantes de caballería en Junín son Mariano Necochea, quien pierde un brazo y está en la avanzada y casi muere en la batalla, y Manuel Isidoro Suárez; ambos habían llegado con San Martín en el año 20, habían desembarcado en Pisco y habían hecho toda la campaña de los Andes por esa misma región, subiendo hasta Cerro de Pasco. Es decir, es gente que conoce el Perú y estaba muy comprometida con la independencia.  

Y Manuel Isidoro Suárez es el bisabuelo del escritor argentino Jorge Luis Borges. Gesta que comenzó a los 17 años.

Era un porteño que se enrola en la campaña de San Martín que se prepara en Mendoza, en la provincia de Cuyo, para cruzar los Andes. Participó en las batallas de Chacabuco y Maipú, y luego viene al Perú con la expedición libertadora. Y una vez que San Martín se va, él se queda. Son hombres muy experimentados… En Junín, el que va en la avanzada es Necochea con las primeras tropas de caballería en un bofedal. Y se encuentran frente a frente con la caballería realista. Ahí tiene muchísimas bajas. A Rázuri le dan instrucciones de que hay que retirar la caballería porque hay el riesgo de perder la caballería completa si el segundo batallón, que es el de Suárez, también ingresa a la batalla. Rázuri —que es del norte del Perú— decide no acatar la orden y le da la orden equivocada a Suárez, porque ve el campo y dice: Es el momento, y entonces Suárez arremete y termina asustando a los que ya estaban un poco dispersos y los realistas deciden huir. Los realistas consideran que Junín es una escaramuza y los patriotas consideran que es una batalla ganada. Durante 45 minutos no se disparan balas, no hay cañones, es solamente lanzas y espadas.

¿Por qué estas personas eligen la heroicidad?  

Son personas que han hecho de su vida el trabajo en el ejército, son personas dedicadas a la lucha. Otro ejemplo fuerte es el de Miller, quien es un inglés que va a pelear a los 17 años a las campañas con Wellington a España. Pelea contra la invasión napoleónica y conoce a muchos de los que luego serán sus enemigos en América. Aprende español en España. Y luego se va a Buenos Aires y piensa que se dedicará a ser comerciante. Y en sus memorias escribe que se da cuenta que no puede ser comerciante si hay una guerra donde él puede pelear. Cruzó los Andes siguiendo a las tropas de San Martín y se embarca en 1819 con su compatriota Cochrane, y se encarga de los soldados de marinería que van en los barcos. Ese año pierde el uso de un brazo preparando una bomba, y aun así hace toda la campaña hasta 1824. Y después de eso, no se retira, sigue siendo un general en el ejército peruano durante las guerras de la Confederación Perú-Boliviana. Termina siendo gobernador de Hawái. Regresa al Perú y muere aquí. Cuando examinan su cadáver, encuentran balas alojadas en el hígado, su cuerpo completamente golpeado. Son personas que han entregado su vida a la guerra. 

 

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Natalia Sobrevilla. (Foto: Martin Pauca).

 

¿Qué pasa después de Junín? ¿Cómo vamos hacia Ayacucho?

Los realistas salen despavoridos, desordenadamente y sin saber bien qué ha pasado, y perdiendo muchos hombres en el camino; muchas deserciones. Van por el Valle del Mantaro camino a Huanta, cortan los puentes, porque están preocupados de que los vengan siguiendo. Los independentistas deciden quedarse en Reyes, la actual ciudad de Junín y entran a Huancayo. Bolívar está por todos esos valles durante esos meses, y empiezan a amenazar Lima que se ha cambiado al mando realista. Bolívar espera 4 mil hombres que lleguen de Colombia. En noviembre llegan noticias del Congreso colombiano que le dicen a Bolívar que él no puede dirigir el ejército. Bolívar se lo entrega a Sucre y le dice: Usted espere, pero si en algún momento lo buscan para dar batalla, y usted cree que puede ganarla, dé batalla. Y Bolívar se va a Lima, la retoma y es ahí cuando, finalmente, se da la batalla de Ayacucho.

A propósito de esta presencia extranjera, deduzco que también se daba porque en ese momento las fronteras no estaban tan demarcadas, casi había una nación sudamericana.  

Así es. El proceso de las independencias es establecer las fronteras de sus países y también pensar en cómo se van a organizar. Hay un debate que está abierto: si van a ser federaciones o países unitarios. 

¿Deberíamos ser como Europa, una suerte de unión sudamericana?  

Bueno, si trasladas el mapa de Europa a Sudamérica te queda más o menos Brasil y una parte de Paraguay; es decir, somos un espacio inmenso. Imagínate en el siglo XIX lo que eran las comunicaciones. Las ciudades tenían una centralidad muy fuerte.  

Otro momento en el libro es el ensayo donde abordas la incógnita de lo que pasó en la cita en Guayaquil entre San Martín y Bolívar, en 1822.

Empiezo citando a Borges porque él tiene el cuento “Entrevista en Guayaquil”, donde se habla de unas cartas… San Martín y Bolívar deciden que ellos no dejarán ningún registro escrito ni ningún testigo de lo que pasó en esa reunión. Se reúnen solos. Sacan a toda la gente del lugar.  

¿Por qué?

Yo creo que ellos no se sentían como los grandes libertadores. Sentían que la única manera que iban a ser completamente honestos el uno con el otro era de esa forma. Ahí hay toda una discusión sobre Guayaquil mismo: si debe ser parte del Perú o no. También hay una cuestión: San Martín en ese momento está extremadamente debilitado. Ya no tiene ningún apoyo del Río de la Plata donde, además, hay una pelea por cómo se van a organizar ellos, eso es en el año 22 y ahí hay lo que se conoce, a partir del 20, como un momento de anarquía. Los chilenos, que son los que han pagado por la expedición libertadora, los que han hecho posible la independencia peruana hasta ese momento, ya no tienen mucha paciencia con San Martín. Los limeños que han tenido que pagar para poder financiar esto tampoco tienen mucha paciencia. Entonces, cuando él llega está muy debilitado. Pero Bolívar llega de una campaña de puros éxitos, donde tiene a Santander en Bogotá organizando las finanzas y los ejércitos, Páez en Venezuela; y entonces, Bolívar puede seguir a adelante. Sobre las palabras que hayan dicho, coincido con Borges: que las palabras no son tan importantes como las personas, y las personas tampoco sino las circunstancias en las que se encuentran estas personas.  

Entonces, se puede ensayar que en esa reunión San Martín le delega la responsabilidad a Bolívar.  

Así es, porque después de la última reunión que tienen, Bolívar organiza una fiesta porque era su cumpleaños y lo invita. San Martín se queda un ratito en la fiesta, lo saluda, sale por la puerta falsa, se embarca y se va sin despedirse. Llega a Lima, está en el primer congreso peruano de setiembre de 1822 y se va al exilio para nunca más volver.

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Otro momento es cuando escribe sobre María Parado de Bellido y el vínculo familiar que tiene con ella. Es la bisabuela de su bisabuela.

Mi padre Luis Sobrevilla es hijo de David Sobrevilla Pacheco. Su madre Olimpia Pacheco era hija de Andrés Avelino Pacheco, que era el hijo de Andrea Parado, la hija de María Parado de Bellido.  

¿Cómo rastreaste todo eso?

Mi abuelo David Sobrevilla lo dejó todo establecido en su testamento. Pero, además, mi bisabuela Olimpia fue invitada durante el centenario como descendiente de María Parado de Bellido. Hay un recuerdo y orgullo familiar. 

 

Autoficha:

-“Nací en Lima, en el año 1971, tengo 52 años y cumpliré años el 20 de agosto próximo. Estudié Historia en la Universidad Católica. Pero primero pensé estudiar Artes Plásticas, Literatura, Arqueología. Al final, lo que me gustaba eran los textos y la escritura”.

-“Estudié el doctorado de Historia en Londres. He publicado diez libros, algunos en inglés, otros en español, libros compilados, libros propios. Tengo un libro que saldrá al próximo año y que ya está escrito, es en inglés, es sobre el ejército peruano”.

-“El libro que publicaré es un estudio sobre cómo el ejército fue la institución creadora de la nación peruana. Se publicará en una editorial británica, pero quiero que salga casi a la vez en el Perú. Estoy pensando que me voy a dedicar solo a escribir. Quizás dejar la historia tan científica por no sé si ficción, crónica”.

 

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