“En mi generación nuestros padres querían médicos”

La primera vez que Javier Valdés se presentó en un teatro tenía 16 años y fue por invitación de su profesor de actuación Adolfo Chuiman. Desde ese momento, embelesado por la magia del escenario, el telón y los aplausos, supo que quería ser actor y no futbolista, como alguna vez proyectó. Estudió en la Escuela de Interpretación de Cristina Rota, en España, y para poder sobrevivir a los 26 años en ese país trabajó como vigilante, camarero y cocinero. A su regreso, no solo se convirtió en un reconocido actor de teatro, cine y televisión, sino que también se dedicó a la pedagogía fundando la escuela de teatro Venaver. Sin haberse percatado, nos cuenta, este 2017 cumple 40 años en la actuación y usted lo podrá ver en la obra teatral El análisis, a presentarse en el Festival de Artes Escénicas (FAE de Lima), que inicia hoy.

De todas las artes en las que usted trabaja, el cine es de las que goza de mejor salud, ¿no?Están en un crecimiento tremendo ahorita. El efecto Tondero está dando resultados y espero que eso continúe también con otras productoras de cine, para que puedan invertir y hacer más películas peruanas. Se espera más apoyo del Estado y esa será una de las grandes tareas que tendrá que resolver el ministro de Cultura, Salvador del Solar.

Del Solar será el salvador de lo hecho por las anteriores gestiones.El tema es muy amplio, pero en sí el gran problema que trunca que haya cambios es la falta de presupuesto en el Ministerio de Cultura. Yo sí creo que Salvador va a plantear nuevas iniciativas y que las logre o no, va a depender del Gobierno Central. En otros países, a diferencia de acá, el presupuesto más alto está destinado a la educación y a la cultura, porque son los sectores que más instruyen a los niños.

¿Qué opina de que algunos jóvenes, solo por ser mediáticos, actúen sin haberse preparado?Esto no es nuevo. No es la primera vez que a un productor se le haya ocurrido poner a un joven que no sea actor solo porque le pareció bonito. Esta carrera depende de uno: si te gusta, aprovechas la oportunidad y a estudiar; si no, ahí termina tu carrera.

La generación de actores de los 80 la luchó bastante para salir adelante.Por supuesto. Muchos tuvimos que estudiar afuera. Incluso luchar contra el prejuicio familiar de que la actuación no era rentable. En mi generación nuestros padres querían un hijo economista, abogado o médico. Sin embargo, hoy las artes escénicas ya son una carrera profesional en varias universidades.

¿Quiénes son sus referentes en la actuación?Desde que tengo 16 años admiré a Carlos Gassols, que es un hombre netamente de teatro; al Grupo Yuyachkani; a Cuatro Tablas; Enrique Victoria; Gary Oldman, entre otros.

Dirige, actúa y enseña. ¿Qué le falta por hacer?Un montón. Me gustaría hacer un personaje de Shakespeare más intenso, siempre estoy a la espera. Y también quiero conocer Kuélap.