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Mariana Costa: "Se avecina una revalorización de las habilidades técnicas”

“Vamos a entrar en un mundo donde el aprendizaje es de por vida, porque todo se transforma”, advierte la experta.

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Fecha Actualización
Detrás de la sonrisa amable de Mariana Costa hay varios episodios de éxito. Uno de ellos fue su recordado encuentro con Mark Zuckerberg (creador de Facebook) y Barack Obama (ex presidente de EE.UU.). Un camino que empezó a los 16 años, cuando ya era consciente de que lo suyo era edificar algo más grande que ella. Curiosa y cuestionadora, dos años más tarde, emprendió un viaje que continúa. La primera parada fue Inglaterra, donde estudió Relaciones Internacionales, luego ingresó a la OEA, llevó una maestría en Administración Pública y volvió al Perú para devolverle lo que tanto le dio. Así emprendió Laboratoria, organización centrada en formar a mujeres que no han tenido oportunidades y convertirlas en talento técnico para el desarrollo de software. Con 32 años de edad, Mariana vuela cada vez más alto.
¿Cómo te describirías?
Soy curiosa, cuestionadora. Me pregunto: ¿Siempre las cosas tienen que ser así o podría haber otra forma de hacerlas? Pero también soy una persona positiva, que trata de mirar el vaso más lleno que vacío. Entonces, el cuestionamiento lo oriento a la acción.
A los 18 años ingresas a London School of Economics para estudiar Relaciones Internacionales. ¿Por qué elegiste esa carrera inicialmente?
Combinaba muchas cosas que me gustaban: ciencia política, economía, filosofía, historia.
¿Te reflejabas en alguien?
Un referente fuerte fue mi abuela. Ella, en los años 40, estudió afuera. Siempre trató de seguir sus pasiones, aunque ello implicara desafiar ciertas normas. Falleció en 2017, a los 96 años.
¿Vivió tus triunfos?
Sí y ha jugado un rol importante en ellos. Es más, cuando comenzamos Laboratoria, no tuvimos sueldo casi un año y me ayudó para mantener el emprendimiento. Siempre confió en mí a ciegas.
Parte de las tareas pendientes en el país es que no hay acceso a educación de calidad. Y Laboratoria se ha enfocado en ello.
Es un reto de cómo diseñar sistemas educativos que puedan ser efectivos para un empleo. En el Perú, el acceso a educación superior ha crecido mucho, pero la tasa de gente que termina la universidad es muy baja todavía. Y la tasa de subempleo es altísima. Hay que prepararse mejor para los empleos del futuro. Y hay que brindar una cantidad de habilidades que, en su mayoría, no estamos construyendo.
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¿Qué habilidades?
Las habilidades técnicas son poco valoradas. La gente que construye desde el lenguaje de la tecnología es enormemente valiosa y tradicionalmente no ha sido visto así. También están las habilidades de pensamiento crítico. Uno ya no tiene que memorizar, todo está en Internet, tienes que tener el criterio para saber cómo y cuándo usarla. Con trabajo en equipo, con el manejo de tus emociones, empatía. Habilidades que no están comprendidas en nuestro sistema educativo.
¿Este paradigma de que la realización personal pasa por las aulas de la universidad debería echarse abajo?
Es una aspiración muy loable, porque tradicionalmente la universidad ha sido ese mecanismo para la superación de todos. Pero ahora las cosas están cambiando muy rápido. Hay un nuevo paradigma, donde esa historia de ‘estudio cinco años y me olvido para siempre y trabajo’ no va a aplicar. Vamos a entrar en un mundo donde el aprendizaje es de por vida, porque todo se transforma. No creo que la universidad vaya a desaparecer, pero sí debe evolucionar significativamente. Viene una revalorización de las habilidades técnicas.
¿La programación es algo así como la carrera del futuro?
No creo que mañana saber programar sea como tener que aprender inglés. Sí hay conceptos que se vuelven parte del lenguaje común y un conocimiento básico que se va a expandir, y que es importante que se aprendan ciertas cosas de programación en la escuela porque te refuerza el pensamiento crítico y razonamiento lógico. Es un sector que necesita más profesionales.
De acuerdo con tu experiencia, ¿qué tanto puede cambiar la educación a un país?
Es la clave del cambio. Y no solo hablemos de que los niños tengan mejores notas en matemática y lengua. La educación también está vinculada a generar buenos ciudadanos.
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Aún hablamos del famoso encuentro con Obama y Zuckerberg. ¿Qué aprendizaje te dejó ese momento?
Es la confirmación de que las grandes ideas están dispersas por todo el mundo y que un grupo de gente con ganas de hacerlas realidad es todo lo que necesitas para comenzar, avanzar y llegar lejos.
¿Uno llega a saber lo que realmente quiere en la vida?
Me he enamorado de ser emprendedora, con todos sus sufrimientos. Por ahora, mi camino está por ahí. La vida está para hacer cosas que sean más grandes que uno. Pero hay muchos otros problemas a los que me encantaría contribuir con soluciones.
¿Desde el Estado tal vez?
Es una pregunta difícil. Ahorita me siento más conectada a mi vida como emprendedora. Pero creo que el Estado es un ente con tanta influencia en nuestra vida que necesitamos que ¡muchísima gente buena entre ahí!
¡Por favor!
No sé si sea mi camino, pero sí me gusta pensar que soy parte de una generación que queremos orientar nuestra carrera hacia un impacto positivo.
¿No reflexionas sobre por qué tenemos este nivel de candidatos municipales?
Sí y es dura la verdad.
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¿No te da rabia?
No hay la seriedad que nos merecemos como ciudadanos.
¿Es descabellado pensar en tener a Mariana en la política?
Creo que por ahora no es mi llamado (risas).
AUTOFICHA:
- “Soy Mariana Costa Checa. Nací en Lima. Cuando no trabajo, estoy con mi hija de dos años, que es una bala (risas). Me encanta estar con ella. La experiencia de ser madre es lindísima. Uno entiende que tenemos que diseñar un mundo, sobre todo laboral, que sea más bueno con las madres, más equitativo”.
- “Laboratoria tiene cuatro años, donde mi esposo es uno de los cofundadores. Es desarrollador de software y él trajo un poco ese descubrimiento del mundo de la tecnología para mí. Desarrollar software es mi pendiente. He estado metida de lleno en la gestión”.
- “Para postular a Laboratoria solo hay que ser mujer y mayor de 18 años. Además, algo que hacemos en Laboratoria es acercarnos a las empresas, que son quienes al final contratan a nuestro talento. En noviembre tenemos el Talent Fest, que es una ‘hackathon’ con retos reales ante las empresas”.