/getHTML/media/1243568
Aníbal Quiroga: "La presidenta del TC no le puede prestar atención a un condenado"
/getHTML/media/1243565
Martin Salas: "Es fácil hablar cuando no aumentas el presupuesto de la Fiscalía"
/getHTML/media/1243564
Agustín Pérez Aldave: "Felipe Pinglo fue el cronista de Lima"
/getHTML/media/1243473
¿Los peruanos celebran Halloween o Día de la Canción Criolla? en Ciudadanos & Consumidores
/getHTML/media/1243373
Carlos Anderson: "¿Por qué se empecinan en comprar 24 aviones nuevos?"
/getHTML/media/1243175
José Baella tras disolución del Movadef: "La Fenatep debería ser investigada"
/getHTML/media/1243177
Iván Arenas sobre el paro en APEC: "Es un paro político e ideológico"
/getHTML/media/1243150
Renato Alí Núñez: "El caso Movadef podría ser una guía para otros movimientos"
/getHTML/media/1243185
¿Quiénes serán los Senadores de 2026?
/getHTML/media/1243007
Max Anhuamán sobre disolución de Movadef: "La decisión del Poder Judicial es histórica"
/getHTML/media/1243009
Guillermo Loli: "El 86% no quiere que Antauro postule"
/getHTML/media/1242963
Alfredo Torres analiza encuesta Ipsos: "Keiko y Antauro han crecido un poco"
/getHTML/media/1242972
Martín Pérez sobre beneficios del Puerto de Chancay: "Japón quiere ampliar inversión"
/getHTML/media/1242611
Alessandra Fuller: "A mí me encantan los retos”
/getHTML/media/1242442
Ana Jara: "Sí Dina Boluarte sigue así, no llega al 2026"
/getHTML/media/1242470
Javier Luna: "Donde hay un peruano con fe, aparecerá el Señor de los Milagros"
/getHTML/media/1242413
Silvia Miró Quesada: "Creo que el cáncer tiene que ver mucho con la actitud"
/getHTML/media/1242469
Día Mundial de la Suegra ¿El peruano quiere a su suegra? en Ciudadanos y Consumidores
/getHTML/media/1242118
Fernando Silva sobre Martín Vizcarra: "Acusación es bastante sólida por ello intentan evitar el juicio"
/getHTML/media/1242112
César Campos sobre Dina Boluarte: "La señora no sabe que todo es política"
/getHTML/media/1241958
Silvana Carrión: "Condena de Alejandro Toledo es resultado de un trabajo arduo"
/getHTML/media/1241947
Yvan Montoya sobre sentencia a Alejandro Toledo: "No importa el tiempo, la justicia te alcanza"
/getHTML/media/1241551
Gladys Echaíz sobre elección de Delia Espinoza: "Ojalá que le cambie el rostro al Ministerio Público"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
PUBLICIDAD

Lisandro Aristimuño: “No escribo canciones pensando en que se vuelvan hits”

Lisandro Aristimuño: “No escribo canciones pensando en que se vuelvan hits”

Imagen
Fecha Actualización
Lisandro Aristimuño (1978) es uno de los músicos argentinos más leales a su credo: ser independiente a su antojo. Así, bajo su sello personal, Viento Azul, lleva editado ocho discos de estudio, cuatro en vivo y dos álbumes de proyectos alternativos como ‘Hermano Hormiga’ con Raly Barrionuevo y ‘=EP8' con Fernando Kabusacky. Su fórmula musical también es leal a sus orígenes latinoamericanos y patagónicos: folclor con electrónica, rock con voces aborígenes. Luego de 20 años al servicio de la música, siente que todavía no ha terminado su incansable exploración. Afirma que su estudio es como un laboratorio, cubierto de máquinas de sonido, instrumentos y cables. Registra 90 canciones publicadas, de las cuales le cuesta trabajo hacer una selección para armar ‘SET1', show en solitario que lo trae a Lima este 25 de mayo en el Centro de Convenciones del Teatro Leguía. Las entradas aún están disponibles en Joinnus.
En las fotografías promocionales te vemos con un joystick de palanca, simulando que estás jugando un clásico arcade. ¿Qué significa?
Que tengo el control total de mi sonido, de mi show, incluso de mi vida. ‘SET1', la nueva propuesta en solitario que me está llevando por Latinoamérica, es acústica y folclórica, pero su base es la electrónica, sonidos de consola, samplers, etc. Entonces, nos pareció simpática la idea de hacerles un homenaje a los 80 o 90 con estas fotos, ya que es la época en donde no solo los videojuegos tuvieron un boom, sino también la música electrónica, a la cual le tengo mucho respeto y admiración.
Siempre resaltas que te gusta ser un músico libre e independiente…
Sí, desde que comencé mi carrera ya hace 20 años. Cuando publiqué mi primer disco (Azules Turquesas), salió bajo mi propio sello discográfico, Viento Azul. Y esa independencia se la debo a mis viejos. Mi papá es director de teatro y dramaturgo, y mi madre es actriz. Ellos adquirían lugares abandonados y les daban forma a teatros… siempre buscando la autogestión para hacer arte. Sin duda, esa filosofía me quedó marcada. Me parece digna y hermosa. Pensaba en ese camino en donde nadie me podía parametrar. Ponte, las multinacionales te limitan todo, desde el pelo, la producción, todo.
¿Y has tenido acercamientos con grandes disqueras?
¡Sí!, muchas veces, pero me he negado. Sucede que yo hago música por necesidad personal, no por ganar algo a cambio. Yo no tengo hits. A la hora de escribir canciones, no pienso en hacer éxitos. Pero, si la gente las hace propias, bienvenido. Si toca un corazón, genial… estoy contribuyendo con esa persona. Esa sensación orgánica nutre. Cada canción tiene su compromiso, pero el origen no es ser exitoso con eso. Lo que sí nunca imaginé es que la cadena se iba a prolongar tanto desde que comencé. De hecho, al inicio, como la gran mayoría, comencé a tocar en barcitos para 15 personas y hace poco llenamos dos Luna Park. Ha sido increíble, justamente, el poder tocar tantos oídos.
¿Qué opinión te da la composición de la música actual?
Si bien todo lo urbano está muy establecido, los músicos y la industria deben ser críticos y tener personalidad. Existen las modas, eso es indudable. A mucha gente, como yo, no le interesa cómo se mueve la aguja, porque preferimos ser aerodinámicos con nuestras propuestas. Igual, siempre estoy pendiente de todo lo que sucede. Lo poco que sé del sistema urbano es por mi hija Azul (11), quien sí está pendiente de todo y siempre me llama para que escuche alguna novedad.
Como autor, ¿entonces prefieres publicar discos antes que singles?
Sí, claro. Si no, no tendría sentido mostrar mi opinión en ese determinado momento. A veces me genera un caos terrible que la música se haya reducido tanto. Te lo digo porque yo soy coleccionista de discos y me gusta el formato de contar historias. En otras palabras, te presento una historia, no una fotografía al paso. Pero, bueno, es mi manera de pensar y sentir a la música.
Tu canción ‘El Búho’ fue elegida por Francis Ford Coppola para la banda sonora de su película ‘Tetro’. ¿Cómo llegó a sus oídos?
Fue producto netamente de la casualidad. Sucedió que Coppola estaba grabando esta película en Buenos Aires y un día estaba comiendo en un restaurante en Palermo y en la consola estaba sonando mi disco ‘39°'’. Dicen que se paró y fue a preguntar qué es lo que sonaba y el barman le dio mi nombre. Al tiempo me llegó una llamada de la producción y me dicen que querían incluir este tema en su soundtrack. Nos pusimos de acuerdo y quedó. Pura suerte, pero de hecho tengo que invitarle un asado al dueño de ese lugar por haber pasado mi música en ese instante… me ha dejado muy buenas regalías (risas). Nada, lo veo como un regalo que la música me dio.
Mencionas mucho la palabra azul. ¿Qué significado tiene este color en tu vida?
Mucho. Tenemos una conexión que me lleva a no sé dónde. Es un color que ha estado presente desde muy niño. Recuerdo que solo usaba ropa azul; si no, me rehusaba a salir a la calle. Es mi favorito, pero si me preguntas por qué, no tengo idea, solo sé que está presente y me hace bien sentir su presencia en mi vida. Incluso, de las 90 canciones que tengo publicadas, 20 de ellas deben tener esta palabra dentro de la letra. Simplemente, llega. A veces, se va.

AUTOFICHA
“Soy Lisandro Aristrimuño. Nací un 26 de octubre de 1978 en Viedma, la capital de Río Negro. Mi padre, aparte de ser dramaturgo, coleccionaba todo tipo de música, desde tango, folclor y electrónica. Tenía un mueble con todos su cassettes enumerados. Yo a veces se los ‘robaba’ y así comencé a apreciar el arte. Era divertido”.
“A los 16 años tuve un amigo con el que tocábamos covers en bares. Cogíamos la camioneta y nos íbamos con nuestros equipos. Durante el trayecto siempre ponía el disco Bocanada de Cerati. Era un vicio y lo aburrí. Pero con los años entendimos que era el trabajo más completo que habíamos escuchado”.
“Para mí, Chabuca Granda es como Björk, no por el sentido musical, sino por la emoción que me provoca. Tengo mucho interés en volver a Lima porque quiero reencontrarme con las raíces musicales peruanas, las cuales han sido fundamentales para el desarrollo de una identidad en Latinoamérica”.

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR