François Peglau, abogado, músico y empresario. (FOTOS: ALESSANDRO CURRARINO / EL COMERCIO).
François Peglau, abogado, músico y empresario. (FOTOS: ALESSANDRO CURRARINO / EL COMERCIO).

En noviembre de hace dos décadas tenía 27 años. Ya era abogado. Trabajaba en el Ministerio del Interior para la oficina de Asuntos Internos, investigaba casos de corrupción en la Policía. Eran tiempos de la campaña A la Policía se la Respeta, de la que él fue parte. Pero también estaba conformando la banda de rock y, junto a Pipe Villarán, que venía del emblemático grupo hardcore punk Gx3, creaba las primeras canciones de lo que sería Bazuka!, el álbum debut del cuarteto que completaron Miguel Barreto en el bajo y Arturo Ríos en la batería.

Los creadores de “Sorprendido”, canción que llegó a la programación de la , se reúnen para celebrar las dos décadas de gestación del disco inicial; y aunque no lo han planteado así, es, a la vez, la celebración del surgimiento de una banda que fue parte de la primera ola del rock peruano en este siglo. La cita es mañana en el clásico local barranquino Sargento Pimienta, en Bolognesi 757. Quedan algunas entradas y se adquieren vía Joinnus.

“Los primeros demos eran un desastre”, dice el músico de familia francesa y argentina. Estamos al lado del piano de Casa Rebara, taberna miraflorina que cofundó en la pandemia. “‘El Duro’ (Arturo Ríos) se quería ir. Pero le propuse grabar, al menos, un demo; sonaba bien y dijo ‘me quedo un rato más’, y se quedó para siempre”, me dice 20 años después.

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-Recuerdo que hace 20 años se vivía una suerte de renacimiento en el Perú, luego de la caída de Fujimori y el ascenso de Toledo. ¿Dirías que la banda nació con esos aires positivistas?

Había optimismo. Yo chambeaba en el Ministerio del Interior con el optimismo de reformar el Estado, éramos jóvenes y queríamos cambiar el Perú. Claro, después te pegó la realidad sobre Toledo y no era lo que uno esperaba. Estábamos con Gino Costa y luego entró otro ministro, que era como la corrupción con patas (sonríe). Pero sí, en la música había optimismo, estaba el chikipunk en su auge, había muchos festivales en los conos. Y Los Fuckin, una banda de rock melódico, en su momento tuvo su espacio.

-Volviendo a escuchar Bazuka! encontré a una banda de rock clásico.

Sí, se alimenta mucho del rock clásico. Definitivamente. Es la influencia de los Rolling y Beatles, que teníamos Pipe y yo. Pero ni Pipe ni yo éramos compositores, eran las canciones que nos salían. De nuestros discos, Bazuka! es el más fresco porque no teníamos mucha idea de lo que estábamos haciendo. Era tratar de recrear las canciones de bandas que nos gustaban. “Amnesia” me suena a algo de Los Prisioneros con un poco de Weezer. “Sorprendido” es más como The Strokes.

-¿Esa referencia a The Strokes podría haber sido un gancho que los favoreció?

Era el renacimiento del rock pues. También estaban Black Rebel Motorcycle Club, los Hives, White Stripes. Nos ayudó mucho que todavía había Radio América, que pasaba un montón de música peruana y un montón de gente la escuchaba. Pusieron en programación “Sorprendido”, que ayudó bastante a mover el disco.

François, Miguel, Pipe y Arturo.
François, Miguel, Pipe y Arturo.

-¿Qué momento vive el rock?

Los gustos han cambiado. Después de 40, 50 años de rock and roll, ya le tocaba a otro tipo de música conquistar a las masas juveniles. Pero creo que hoy a la gente le gusta un montón de cosas, hay gente a la que le gusta el rock, el urbano y la salsa, y pueden convivir con eso.

-Bueno, en casi una semana hemos visto a Bad Bunny, Arctic Monkeys e Interpol, y todos con aforos llenos.

Creo que siempre se busca dónde pertenecer, la música tiene una función social.

-¿Qué función cumplió la generación de Los Fuckin...?

El optimismo, la liberación, los festivales, que se acabó Fujimori. Nacía el Rock en el Parque.

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-¿Y hoy, 20 años después, cuál es la sensación?

El optimismo creo que se acabó hace cinco, seis años. Es un tema global. Y estamos en una suerte de crisis de paradigma y cada uno tira para su lado, la gente quiere cambios más rápido. Y estamos retrocediendo en muchas cosas.

-Ahora, eliges ser abogado en una década complicada como fueron los 90, al menos los primeros años.

Yo quería ser periodista. En esa época tocaba con El Ghetto y tenía la esperanza de que en algún momento a El Ghetto le iba a ligar y me iba a escapar del Derecho (risas).

-Y El Ghetto también llegó a MTV.

Sí. Fue una gran banda. Pero creo que el principal enemigo de El Ghetto era El Ghetto. No éramos muy profesionales. Nunca pudimos contra nosotros mismos.

-¿No pensaste en estudiar para ser músico?

En ese momento no. Es que tampoco me he considerado un gran músico. Me parece que no soy una persona muy técnica.

-¿Cuál es tu virtud?

Con el tiempo me he dado cuenta de que, creo, soy una persona bien creativa.

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-¿Tus padres fueron artistas?

No. Pero mi papá era bien emprendedor, ha sido marino mercante. Era empresario, se lanzaba, quebraba y volvía a hacerlo.

-Con Casa Rebara estás en tu faceta de empresario.

Hace tiempo. Cuando volví de Europa con el proyecto solista, como no había muchos sitios donde tocar, se me ocurrió hacer fiestas (London Calling) en casas, un concepto distinto cada noche. Empecé a salir con Pati y ella quería abrir un restaurante; entonces, le dije para hacer Casa Tomada, un restaurante pop up y nos fue súper bien. Y después teníamos el concepto de piano y bar, y dijimos para abrir un bar pop up. Hace un año, pasamos por acá y vimos este local, y abrimos en febrero. Un amigo psicólogo que vino me dijo: “Esto es un servicio público”, por cómo la gente canta alrededor del piano. Y pasa lo mismo con los conciertos. Son una necesidad.

François Peglau, abogado, músico y empresario. (FOTOS: ALESSANDRO CURRARINO / EL COMERCIO).
François Peglau, abogado, músico y empresario. (FOTOS: ALESSANDRO CURRARINO / EL COMERCIO).

-De acá a 20 años, ¿qué debemos recordar de Los Fuckin?

Creo que Los Fuckin hizo un puñado de canciones bonitas en un periodo optimista. Si nos recuerdan por eso, estamos bien. Haber formado parte de la conversación de esa época es un privilegio, y se agradece.

AUTOFICHA:

- “Soy François Philippe Peglau Tola. Tengo 47 años. Nací en Lima. Mi abuela nació en Francia y mi papá era argentino, de abuelo alemán. Estudié Derecho, me especialicé en Tributario. En Inglaterra hice una maestría y me quedé siete años viviendo ahí”.

- “Tuve mi primer hijo en Inglaterra. Soy papá, tengo dos niños. Con mi otra banda El Ghetto saqué un disco, con Los Fuckin tres discos y como solista tres discos. Trabajo como abogado, soy socio de un estudio. También soy parte del directorio del Festival Selvámonos”.

- “Tengo ganas de grabar un disco como solista, hay un montón de temas. La idea del Rebara (calle Recavarren 261) es que se quede como un clásico de Miraflores. En cuanto a Selvámonos, haremos el festival en junio y se está pensando en algún evento extra. Necesitamos más festivales así, saliendo fuera de Lima”.

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Romy Chang

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