LIMA 04 JULIO 2023

FRANCISO PANCHO LOMBARDI

DIRECTOR DE CINE

FOTOS: EDUARDO CAVERO
LIMA 04 JULIO 2023 FRANCISO PANCHO LOMBARDI DIRECTOR DE CINE FOTOS: EDUARDO CAVERO

Patricio Krateil

El director Francisco Lombardi, nuevo miembro de la Academia, nos comenta su vigencia y experiencia en el cine a lo largo de los años. Además, nos invita al estreno de su última película La decisión de Amelia en agosto.

Cuéntenos un poco cómo se sintió luego de su inclusión en la Academia de los Oscars.

En primer lugar, un tanto sorprendido; es algo que uno no promueve ni tiene una noticia previa. Un amigo que también es miembro me comentó que la Academia analiza mucho la trayectoria, tengo más de 40 años dirigiendo. Pero, así como fue sorpresivo, también ha sido muy halagador.

Últimamente, en los Oscars se ha empezado a considerar mucho el cine fuera de Hollywood. Hemos tenido directores mexicanos y asiáticos llevándose galardones. ¿El cine se está volviendo menos restrictivo gracias a la globalización?

Sí, posiblemente en mayor medida se deba a la globalización. Aunque también creo que se debe a que la mayor parte de los países han considerado que el cine es un factor de identidad nacional y han comenzado a tener apoyo mediante los ministerios de Cultura. Esto ha generado que nuevas voces interesantes sean escuchadas.

¿Cree que esto se deba a que el cine se ha vuelto más artístico?

El aspecto artístico siempre ha sido considerado. Imaginemos la cantidad de directores antiguos que han tenido una gran participación extranjera, como Fellini, Kurosawa o Bergman. Eso siempre ha existido, pero lo que tenemos ahora es volumen. No se trata solo de unos pocos directores conocidos, como solía suceder antes, sino que hay muchos más, y eso ha despertado posiblemente el interés de la Academia y otras instituciones.

Háblenos un poco de su próximo estreno, La decisión de Amelia. ¿Qué problemáticas plantea y trata de reflexionar?

Para empezar, no se hizo en las mejores condiciones; fue a puro pulmón. Es una película con pocos personajes y bajo presupuesto. Aborda las mismas preocupaciones que son la base de mis películas: una reflexión sobre las relaciones sociales de los personajes urbanos en el Perú. La historia gira en torno a una joven y un hombre acaudalado, mostrando las dinámicas de poder entre ambos. Esta cinta busca mostrar cómo a veces nuestros principios se enfrentan a los dictámenes sociales.

Como me indica, la apertura a la reflexión siempre está presente en sus películas. ¿Considera que sigue una línea en la forma de presentar sus películas?

Tengo una cierta línea de trabajo que es la que me interesa, que consiste en observar lo que sucede a mi alrededor. No es algo que me haya propuesto de forma racional, sino que surge de manera espontánea. Siempre trato de observar a detalle lo que está pasando.

¿Por qué antes sus películas tenían tanta resonancia y ahora parece que el público ha disminuido?

Definitivamente, ha habido un cambio en la asistencia a los cines. Se prioriza mucho el cine de acción, de puro entretenimiento y se ha relegado el que trata temas de la vida real. La cultura de los multicines es muy fuerte y hay que aceptar que las circunstancias van cambiando. A pesar de ello, el cine siempre encuentra formas de sobrevivir.

Hace un par de años, Scorsese dijo que el cine de superhéroes, principalmente Marvel, no era cine. ¿Considera acertada dicha afirmación?

El cine nació como un espectáculo de feria, impresionando a la gente al reproducir la realidad. A lo largo del tiempo, el cine ha convivido tanto con el entretenimiento puro como con reflexiones más autorales. Hace 40 años, las películas de Hollywood ofrecían entretenimiento con actuaciones y valores formales, pero hoy en día la tecnología ha opacado esos aspectos. La industria cinematográfica se ha centrado en resaltar mucho los efectos especiales. Esto ha empobrecido el cine en cierta medida.

Carlos Alcántara recientemente dijo que aprendió todo lo que sabe de dirección con tutoriales de YouTube, similar a las declaraciones de Tarantino, donde menciona que todo lo que sabe de cine es porque ha visto cine. ¿Considera que se puede ser un gran director sin tener que estudiar dirección?

Personalmente, creo que, si una persona tiene talento, puede aprender a hacer películas a través de su propia experiencia. Sin embargo, asistir a una escuela de cine proporciona herramientas adicionales. En mi caso, tuve que ir al extranjero porque en ese entonces no había opciones acá. Respecto a Alcántara, he tenido la oportunidad de trabajar en una película con él, Ojos que no ven. Considero que posee la experiencia suficiente y, además, es alguien a quien aprecio mucho. Creo que sus palabras han sido malinterpretadas.

A nivel personal, ¿cuál considera que es su mejor película?

Eso va cambiando un poco porque, por un lado, es el recuerdo que uno tiene de las películas, pero a veces las vuelvo a ver y cambian las perspectivas. Ahora estamos en un proceso de recuperarlas y remasterizarlas. Creo que La boca del lobo es una de las películas que más me gustan, debido al enorme impacto que tuvo en su momento. Se filmó en la sierra de Tacna, en un pequeño pueblo, ya que era imposible filmar en Ayacucho. El año pasado visité uno de esos pueblos y, al entrar, había un mural enorme con pinturas de los protagonistas de la película. Por ejemplo, Tinta roja, que es una de las más recientes, también es muy bien recordada.

AUTOFICHA

• En los últimos años, también ha incursionado en la dirección teatral, llevando a escena hasta el momento seis obras de notable éxito: “Rancho”, “Se busca payaso”, “Cita a ciegas”, “La prueba”, “Las tres hermanas” y “Cosecha”. En el año 2008, fue honrado con el premio de “mejor director” otorgado por el diario El Comercio.

• “El valor de “No se lo digas a nadie” radica en que aborda de manera contundente temas no explorados en ese entonces como el machismo y la discriminación. Eso fue muy importante. En mi trabajo, busqué recuperar el espíritu ágil e impactante de la literatura de Bayly, y me complace decir que la película tuvo un gran funcionamiento”.

• “El cambio entre los años 70 y los 2000 fue significativo, no solo en aspectos técnicos, sino también en términos presupuestarios. Anteriormente, cada rollo de 3 minutos y medio costaba 250 dólares, y necesitábamos alrededor de 100 rollos. Además, no podíamos ver lo grabado de inmediato; a veces esperábamos semanas. Estos cambios han sido muy favorables”.