Lanzó el 2022 la novela gráfica En la cara no, junto a Óscar Malca.
Lanzó el 2022 la novela gráfica En la cara no, junto a Óscar Malca.

Tipos rudos de cara seria, sujetos agazapados casi invisibles, personajes tipo western con un aire al siglo pasado, mujeres tan bellas como firmes, barrios crudos y cansados. La oscuridad y las sombras como protagonistas. Aunque negaba, con humildad, la existencia del “Estilo Molina”, lo cierto es que Mario Molina poseía un sello propio fácil de reconocer. Sus trazos lo delataban. Su trabajo hablaba –gritaba– por sí mismo. Ilustrador, caricaturista, pero, ante todo, historietista y humorista gráfico. Los dibujos políticos y sociales de Mario nunca pasaron desapercibidos. Tampoco lo harán en el futuro, por más que haya partido.

Mario ‘Pepo’ Molina, limeño y gran contador de historias con dibujos, ha muerto a los 63 años. Una enfermedad apuró su partida a meses de haber publicado su obra cumbre, El libro –como lo dijo en aquel momento– fue culpable de su reinvención. Mario, a sus sesentas, no pensaba en otra cosa que agarrar el lápiz y crear.

“Hemos perdido a un caricaturista excepcional, a uno de los dos o tres mejores narradores gráficos que han existido en la historieta peruana, a un ilustrador adelantado. Un gran amigo y compinche en nuestra afición/adicción a la historieta, el humor gráfico, así como al cine negro y el western del cine clásico hollywoodense”. Así lo recuerda Malca. Meticuloso y a veces insoportable, Mario no entregaba un dibujo sin estar completamente convencido, lo recuerda el escritor. De hecho, en la aventura de En la cara no, ambos autores solían discutir y renegar por los plazos de entrega, pero ambos también se amistaban pronto con pisco en mano.

“Mario no era una persona muy social (como yo tampoco), por eso quizás nos entendíamos tan bien. Y la verdad, siempre nos zurrábamos en la chismografía de las redes sociales. Quizá por eso también su humor favorito era el humor negro. Su legado será valorado conforme pase el tiempo, pero te puedo decir con toda seguridad que la historieta, la narrativa gráfica, era su gran pasión y donde mejor se expresaba su talento”, agrega Malca.

AMISTAD Y LEALTAD

El ingreso de Molina al mundo de la ilustración se lo debemos a la biblioteca del colegio Franco Peruano. Allí conocería a Asterix, Lucky Luke o Tintín. También vendría Moebius y más tarde el argentino Fontanarrosa. Mario encontraría su mejor voz en el dibujo y en 1977 probaría suerte en la revista Caretas. Su trabajo fue tan bueno que se quedó por tres décadas. Se recuerdan mucho sus trazos en la columna que solía publicar Mario Vargas Llosa en la revista. También sus personajes, como la legendaria ‘China Tudela’. Luego vendrían más trazos en los diarios El Comercio, La República y Gestión. En el medio, la publicación de varios libros de historietas y caricaturas.

El historietista Juan Acevedo está dolido por el fallecimiento de su amigo. Desde el teléfono recuerda la picardía fina de Mario, su humor criollo, su lealtad. Menciona al Mario tímido de juventud y cómo evolucionó en su desenvolvimiento. Comenta con orgullo la amistad entre ambos y sus caminatas sinceras por la calle Tarata en medio de risotadas.

JUNTO A UN GATO Y UN CUY. Molina y Acevedo, en una conversación entre grandes amigos.
JUNTO A UN GATO Y UN CUY. Molina y Acevedo, en una conversación entre grandes amigos.

“No se andaba con dobleces o escondiendo cosas. Como profesional, era impecable. En cuanto a estilo podría inscribirlo en línea clara. Aunque en ocasiones hacía el achurado, pero en general era más un autor de línea clara”, señala el creador de El Cuy. “Aprecio al Mario profesional tanto como al Mario amigo”, termina.

Mario se ha ido. Sus amigos comentan que se fue en medio de dos batallas. La enfermedad que lo aquejaba y la desazón por no haber visto el dinero de una deuda que le tenía Caretas por sus 30 años de servicio. Ruth Lozada, compañera de Mario en el semanario y también víctima de los impagos, lamenta que su amigo haya “partido sin recibir justicia a pesar de tener una sentencia firme. Es lamentable porque se demuestra que los periodistas, en ciertos casos, están desprotegidos. El dinero era su derecho”.

Mario ha partido pero su trazo vivirá, historias que merecen ser rebuscadas y disfrutadas para conocer más esta realidad que cada tanto suele ser un poco cruel.


DATO

-Sus trabajos han sido publicados en Gestión, El Comercio, Expreso, La Industria, La República, La Crónica, Monos y Monadas, El Idiota Ilustrado, entre otras.

Mario Molina. (Foto Penguin Perú)
Mario Molina. (Foto Penguin Perú)


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