Bernardo, un visionario también en la cocina

Con espíritu libre y fervor por su país, Bernardo Roca Rey Miró Quesada (1944-2022) siempre será recordado como un gran visionario gastronómico. Esta semana conocimos la triste noticia de que nos dejó físicamente, pero como consuelo tenemos el gran legado culinario que nos heredó. Un regalo que abrazamos y que trasciende entre sus familiares, amigos y cocineros peruanos. Aplausos al maestro.

Quienes lo conocían como biólogo de profesión, periodista por pasión y cocinero por vehemencia, recuerdan sus arriesgados proyectos y éxitos en cada etapa de su vida. Y, sobre todo, su ímpetu por impulsar los alimentos andinos.

REVOLUCIÓN CULINARIA

Bernardo trabajó arduamente para que la cultura culinaria en el país se consolide al interior y logre una proyección internacional. En la década de los años 80, junto a su gran amigo y colega Cucho La Rosa, ayudó a construir los cimientos de la revolución gastronómica revalorando insumos nativos y aplicando en su preparación técnicas modernas con una cuidadosa estética en su presentación.

“Él siempre decía que el primer gran paso de la cocina novoandina es difundir la variedad infinita que tenemos. Y el segundo, que está en camino y es más difícil, es que estos insumos lleguen a todas las mesas en la cotidianidad”, recuerda con nostalgia don Cucho.

La Rosa no olvida que para Bernardo no había “medias tintas”. Un ejemplo: juntos realizaron un viaje sorpresivo a África para investigar sobre las raíces negras de la cocina peruana. “Un día dijo ‘nos vamos a África’ y nos fuimos. Dentro de lo posible se realizaba lo que había meditado en su cabeza”, recuerda.

EL SOÑADOR ATERRIZADO

Roca Rey siempre fue respetuoso de la cocina tradicional y labró su camino experimentando y creando platos con insumos como la quinua, la oca, la kiwicha, las papas nativas y otros productos cien por ciento peruanos.

“Fue una persona con visión, adelantado a su época. Uno de los primeros gastrónomos que investigó, utilizó y sintió orgullo de lo que tenemos como país”, declara a Perú21, su amigo Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura, jefe de cocina y propietario del galardonado restaurante Maido.

Por su parte, Flavio Solórzano, chef de El Señorío de Sulco, también reconoce que Bernardo fue un visionario, que impulsó, a través de las primeras planas en el diario El Comercio, “el boom de la gastronomía peruana, dándole un gran nivel de importancia en los medios de prensa”. Por ello, él y su madre, la socióloga y cocinera Isabel Álvarez, no olvidan que la primera portada que tuvo su restaurante, se las dio Roca Rey, en la revista Somos.

Bernardo fue un “soñador aterrizado”, como lo recuerdan sus colegas culinarios. Amaba transformar las cosas en la cocina, experimentar, gozar y vivir la vida sacando lo mejor de lo que era su pasión, el mundo gastronómico.

“Me parecía impresionante su cebiche al pomo. En un almuerzo en su casa, cuando vi una jarra llena de pescado, cebolla y todos los demás insumos, me sorprendió. Dije ,¿esto que es, un ceviche en jarra? Y claro, él me dijo, te voy a enseñar. Lo cubrió con el jugo de limón, lo tapo, lo sacudió dos veces, lo puso sobre una fuente y el cebiche cuajó perfecto”, recuerda Israel Laura, chef y conductor del programa gastronómico Con sabor a Perú.

Pía León, chef y propietaria del restaurante Kjolle, evoca con cariño su gran trayectoria. “Bernardo nos regaló en vida un legado imborrable. El amor por la cocina y productos del Perú, y el trabajo constante por hacer visible nuestra tradición y dar cabida a la innovación”, comenta la galardonada como mejor chef del mundo.

Por su parte, Virgilio Martínez, de Central, rememora su compromiso con el Perú. “Era un personaje increíble, no solo para nuestra gastronomía, sino para nuestra historia moderna”, destaca.

DESPEDIDA

Innumerables han sido las despedidas para Bernardo durante estos días, donde también se ha destacado que, junto a otros renombrados cocineros, fundó la Asociación Gastronómica Peruana (Agape), en 1987, que sería la antesala para Apega, la asociación creadora de la exitosa Mistura y que fue dirigida durante varios años por Roca Rey.

Por su parte, Gastón Acurio, a través de su cuenta de Instagram, también le dedicó unas palabras a quien consideró siempre un amigo cercano. “(Se) fue Bernardo, quien batalló para sacar adelante el libro 500 años de fusión, que luego ganaría el premio al mejor libro de cocina del mundo. Junto a Don Cucho, izaron las banderas libertarias de la cocina novoandina, marcando el camino que luego seguiríamos las generaciones detrás suyo”, recordó Acurio.

Desde diversos frentes, Bernardo siempre estuvo pensando en su país. Descansa en paz, maestro. La cocina peruana siempre te agradecerá por todo lo que hiciste.

PREMIOS:

-La Orden del Sol del Perú y Medalla de Honor en 2003. Otorgados por el Congreso de la República, por su destacada labor en la búsqueda de la democracia.

-Reconocimiento en los Premios SUMMUM 2017 a su trayectoria.

-Premio Excelencias Nicolás Muela 2017, por la Feria Internacional de Turismo.

DATO:

-En 2012 lanzó su propio pisco, La Roca. Y en 2015 logró hacer vino en el desierto de Paracas. Sembró y cosechó uvas luna negra y moscatel de Alejandría.

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