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'Aya': El cortometraje en quechua que expone el trabajo infantil y los sueños de un niño
La producción dirigida por Francesca Canepa será exhibido en las salas comerciales desde el próximo 26 de enero.
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Frente a una adversidad tan grande como la pérdida de un ser querido, el amor al que partió se convierte en un gran soporte para luchar contra cualquier adversidad. En el cortometraje Aya, este duro pesar es llevado en los frágiles hombros de un niño expuesto al trabajo infantil en la sierra del Perú. Un menor, quien sin tiempo para llorar, está determinado a cumplir un sueño: enterrar a su madre como ella lo quisiera.
Aya es una producción dirigida por Francesca Canepa. Narra la historia de un niño de Cusco (Hebert Randy Pillco), quien en completa soledad busca hacer todo lo que sea posible para cumplir el último deseo de su madre (Eulalia Saloma). Incluso, traicionar sus propios principios.
El filme fue realizado en el campo cusqueño y está enteramente hablado en quechua. Al respecto, Canepa declaró a Perú21 que "quería hacer algo bien peruano, algo que reivindique nuestra cultura. Hacerlo en quechua me parecía genial, porque el idioma me parece muy poético y el filme tiene una onda onírica (…), pues la madre se comunica con su hijo a través de sus sueños".
En Aya, los paisajes se convierten en coprotagonistas del cortometraje, pues la imponente belleza de los cerros, arcoíris y verdes campos se inserta en las escenas contrastando con el crudo sufrimiento y pesar del niño, sentimientos que son mostrados en la mirada del joven actor. "La locación nos daba bastante para la historia: contribuía con la atmósfera y para darle la tensión dramática a nuestro personaje, que está solo en la inmensidad", explica Canepa.
Aya será proyectada desde el 26 de enero en las salas comerciales junto con El soñador —largometraje dirigido por Adrián Saba— después de haber ganado el concurso Solo para Soñadores, el cual fue organizado por el propio Saba.
Vitrina para los cortos
Este certamen, en el que participaron más de 140 producciones, fue organizado para mostrar el talento de realizadores que no tienen plataformas para la exhibición de sus trabajos. "Estamos muy contentos, porque fuera del recorrido de festivales, nuestra película no tiene mucha cabida en otros lugares. Es una gran ventana", apunta la directora.
Además de la falta de espacios para proyectarlos, la directora señala que la principal dificultad para realizar cortometrajes en el Perú es que no existe apoyo del Estado, especialmente para el proceso de preproducción. "Los cortos son una vitrina para los nuevos realizadores", subraya.
Canepa agrega que su intención es también exponer temáticas sociales del Perú para que así se pueda sensibilizar sobre ellas. "Siempre se callan estos temas: trabajo infantil y la explotación de menores", dice. Por ello, en febrero emprenderá un nuevo proyecto que trate temas igual de sensibles y con actores no profesionales.
De inicio a fin, Aya logra conmover al espectador por mostrar una dura realidad (la explotación infantil) que afecta a muchos niños. Una realidad que, lamentablemente, no es sueño.
TENGA EN CUENTA
- Francesca Canepa eligió Aya como título ya que significa "alma y cadáver a la vez y, de alguna forma, resume la historia".
- La directora escogió a Hebert Randy Pillco como actor porque transmitía inocencia con su mirada.
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