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Alonso Cueto: "En el Perú existe una cultura de la corrupción"
“Muchos se sienten muy apenados y desilusionados (por la publicación de los audios). Lo entiendo y también puedo compartir esa sensación. Pero también siento alegría y satisfacción porque por fin se está revelando todo lo que estaba pasando”, señala el escritor peruano.
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Lo único que se le ocurre hacer en las mañanas es escribir. Se despierta a las 6 a.m. Escribe un número de horas indeterminado. Hasta que llegamos para interrumpirlo con nuestras preguntas. De corrupción, violencia, literatura y partidas como las del crítico literario Abelardo Oquendo, conversamos con Alonso Cueto, quien anoche presentó en la Feria del Libro la reedición de El susurro de la mujer ballena (Penguin Random House). Termina esta entrevista y el escritor, y su perra Almendra, nos acompañan a la salida. Cueto cierra la puerta y, tal vez, para continuar escribiendo su nueva novela sobre La Perricholi.
Casi diariamente nos enteramos de nuevos audios. ¿Qué sensación nos queda por experimentar ante ello?
Muchos se sienten muy apenados y desilusionados. Lo entiendo y también puedo compartir esa sensación. Pero también siento alegría y satisfacción porque por fin se está revelando todo lo que estaba pasando. Por fin tenemos las pruebas de cómo en el Perú se ha formado una cultura de la corrupción. Montesinos surgió porque había esa cultura.
Muchos se sienten muy apenados y desilusionados. Lo entiendo y también puedo compartir esa sensación. Pero también siento alegría y satisfacción porque por fin se está revelando todo lo que estaba pasando. Por fin tenemos las pruebas de cómo en el Perú se ha formado una cultura de la corrupción. Montesinos surgió porque había esa cultura.
Esa cultura de la corrupción está instalada también en el ciudadano de a pie, ¿no?
Ocurre cuando te pasas la luz roja, ofreces una coima, invades la pista o te meten el auto. Esas también son formas de corrupción.
Ocurre cuando te pasas la luz roja, ofreces una coima, invades la pista o te meten el auto. Esas también son formas de corrupción.
En su último mensaje, el presidente Martín Vizcarra propuso desde un referéndum para la reelección de congresistas hasta políticas de igualdad de género. ¿Qué opina?
Me pareció, por fin, una señal de liderazgo. Vizcarra es el ejemplo de un peruano de clase media, provinciano, ajeno a toda la corruptela. Puede ser el líder que necesitamos. Me pregunto por qué los mejores presidentes que hemos tenido últimamente, que son Paniagua y Vizcarra, no fueron elegidos sino entraron por una coyuntura.
Me pareció, por fin, una señal de liderazgo. Vizcarra es el ejemplo de un peruano de clase media, provinciano, ajeno a toda la corruptela. Puede ser el líder que necesitamos. Me pregunto por qué los mejores presidentes que hemos tenido últimamente, que son Paniagua y Vizcarra, no fueron elegidos sino entraron por una coyuntura.
¿Comparte la idea de que no haya reelección congresal?
Es incoherente. No hay reelección presidencial, no hay reelección de alcaldes, pero sí hay reelección de congresistas. Además, debería haber credenciales para entrar a la política.
Es incoherente. No hay reelección presidencial, no hay reelección de alcaldes, pero sí hay reelección de congresistas. Además, debería haber credenciales para entrar a la política.
¿Alguna vez pensó en ingresar a la política?
Mi padre perteneció a una generación de intelectuales, como Augusto Salazar Bondy, que sintió un llamado de la política y participó. Pero creo que un intelectual no está hecho para la vida política. El intelectual se toma en serio las palabras y no se da cuenta de que, en política, todo es parte de un juego. En todo caso, escribir una buena novela es un acto de patriotismo. Un buen libro puede ayudar a sembrar conciencia. No da lecciones, pero sí abre puertas, hace preguntas, ilumina.
Mi padre perteneció a una generación de intelectuales, como Augusto Salazar Bondy, que sintió un llamado de la política y participó. Pero creo que un intelectual no está hecho para la vida política. El intelectual se toma en serio las palabras y no se da cuenta de que, en política, todo es parte de un juego. En todo caso, escribir una buena novela es un acto de patriotismo. Un buen libro puede ayudar a sembrar conciencia. No da lecciones, pero sí abre puertas, hace preguntas, ilumina.
Cuando parece que en algunos terrenos el Perú se encuentra, le va bien y vamos al Mundial, de pronto, los audios nos recuerdan que el mayor dirigente del fútbol, Edwin Oviedo, también está en tela de juicio.
Vivimos en un estado de esquizofrenia y bipolaridad. Siempre ha sido así. El Perú tiene lo más sublime: gastronomía, paisajes, a Vallejo, a Szyszlo, a Susana Baca, pero también lo más abyecto: corruptos, violentos, traidores. Por eso somos un país dramático. Eso también lo hace fascinante.
Vivimos en un estado de esquizofrenia y bipolaridad. Siempre ha sido así. El Perú tiene lo más sublime: gastronomía, paisajes, a Vallejo, a Szyszlo, a Susana Baca, pero también lo más abyecto: corruptos, violentos, traidores. Por eso somos un país dramático. Eso también lo hace fascinante.
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Parte de nuestra lamentable coyuntura es la violencia contra la mujer. Usted que escribe desde la mirada femenina, ¿cuál es su lectura?
Para la mujer, es especialmente difícil ser feliz, más difícil que para los hombres. Así como hay una cultura de la corrupción, hay una cultura del machismo. Por eso el discurso de Vizcarra es bueno, pues no recuerdo un presidente que haya hablado de la igualdad de género. El matrimonio homosexual tiene que llegar al Perú.
Para la mujer, es especialmente difícil ser feliz, más difícil que para los hombres. Así como hay una cultura de la corrupción, hay una cultura del machismo. Por eso el discurso de Vizcarra es bueno, pues no recuerdo un presidente que haya hablado de la igualdad de género. El matrimonio homosexual tiene que llegar al Perú.
Precisamente, 'El susurro de la mujer ballena' se aborda desde la mirada femenina.
Mi esposa me contó de un programa de TV donde vio que se reunió a un grupo de hombres 25 años después de salir del colegio. Uno de ellos era el del que todos se burlaban. Confesó que eso lo afectó, que su falta de autoestima destruyó su matrimonio y no pudo mantener un trabajo. Un salón de clases es una minisociedad. Y este libro también tiene que ver con que vivimos un culto al cuerpo. Antes, la gente iba a misa y, ahora, va a los gimnasios, los templos de la vida moderna. En vez de hábitos, usan buzos. En lugar de milagros, hay cirugías plásticas. Esta novela es la historia de una amistad rota y recompuesta.
Mi esposa me contó de un programa de TV donde vio que se reunió a un grupo de hombres 25 años después de salir del colegio. Uno de ellos era el del que todos se burlaban. Confesó que eso lo afectó, que su falta de autoestima destruyó su matrimonio y no pudo mantener un trabajo. Un salón de clases es una minisociedad. Y este libro también tiene que ver con que vivimos un culto al cuerpo. Antes, la gente iba a misa y, ahora, va a los gimnasios, los templos de la vida moderna. En vez de hábitos, usan buzos. En lugar de milagros, hay cirugías plásticas. Esta novela es la historia de una amistad rota y recompuesta.
Y ahora alista una novela sobre La Perricholi.
Creo que saldrá el próximo año. Ella se convierte en una subversiva en las costumbres. Tiene 19 años cuando conoce al virrey Amat, con 60 años. Lima es una ciudad llena de aristócratas: hay condes, duques, marqueses que se sienten escandalizados cuando esta mujer de piel algo oscura se convierte en la amante del nuevo gobernante. Tiene un hijo con él, Amat se va y ella sigue adelante como actriz y luego se hace empresaria de éxito. Rompe con reglas que tienen que ver con la pereza, desidia, ostentación, arrogancia y se vuelve famosa por eso.
Creo que saldrá el próximo año. Ella se convierte en una subversiva en las costumbres. Tiene 19 años cuando conoce al virrey Amat, con 60 años. Lima es una ciudad llena de aristócratas: hay condes, duques, marqueses que se sienten escandalizados cuando esta mujer de piel algo oscura se convierte en la amante del nuevo gobernante. Tiene un hijo con él, Amat se va y ella sigue adelante como actriz y luego se hace empresaria de éxito. Rompe con reglas que tienen que ver con la pereza, desidia, ostentación, arrogancia y se vuelve famosa por eso.
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En las últimas semanas, han fallecido Jaime Guardia, Marco Aurelio Denegri, Enrique Verástegui y Abelardo Oquendo. Mucha pena en tan corto tiempo.
Han sido vidas plenas, dedicadas a una pasión. Me siento lleno de respeto y admiración hacia ellos. Han ayudado a enriquecer nuestras vidas. Hay gratitud por haber compartido un país, un tiempo. Desde hoy me preguntaré qué diría Abelardo ante tal libro, porque es una de las personas que más ha influido en mí y lo recordaré con más cariño, admiración y buscando siempre conversar con él para que me siga aconsejando.
Han sido vidas plenas, dedicadas a una pasión. Me siento lleno de respeto y admiración hacia ellos. Han ayudado a enriquecer nuestras vidas. Hay gratitud por haber compartido un país, un tiempo. Desde hoy me preguntaré qué diría Abelardo ante tal libro, porque es una de las personas que más ha influido en mí y lo recordaré con más cariño, admiración y buscando siempre conversar con él para que me siga aconsejando.
¿La muerte es un tema?
Es esperada, sabemos que va a llegar; sin embargo, siempre nos sorprende.
Es esperada, sabemos que va a llegar; sin embargo, siempre nos sorprende.
¿Llega un momento en que nos preparamos para la muerte?
Sí, pero al mismo tiempo no hay manera de hacerlo. Te puedes preparar para saber cómo morir.
Sí, pero al mismo tiempo no hay manera de hacerlo. Te puedes preparar para saber cómo morir.
Autoficha:
- “Nací en Lima, en el 54. A los tres años de edad, mi familia se mudó a París. Pasamos dos años allá y luego vivimos tres años en Washington. Cuando cumplí siete, mis padres decidieron que querían que fuéramos peruanos mis hermanos y yo, y decidieron volver aquí. Es algo que agradezco”.
- “Nací en Lima, en el 54. A los tres años de edad, mi familia se mudó a París. Pasamos dos años allá y luego vivimos tres años en Washington. Cuando cumplí siete, mis padres decidieron que querían que fuéramos peruanos mis hermanos y yo, y decidieron volver aquí. Es algo que agradezco”.
- Estudié en el colegio Carmelitas y en la PUCP. Después me fui a España, ahí viví tres años y luego cinco años en EE.UU., donde me casé con una norteamericana. El doctorado en Literatura lo hice en la Universidad de Texas. Tengo dos hijos: Esteban y Daniel, y una nieta”.
- "Como voy a dar un curso en la Universidad Católica sobre Mario Vargas Llosa, estoy leyendo otra vez La guerra del fin del mundo. Esa y Conversación en La Catedral son tal vez sus grandes novelas. De otro lado, creo que la Feria del Libro es un éxito total. Hay que preguntarse si la cultura no vende”.
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