Mario Lebrato, un científico español, se encontraba grabando cerca de las costas de Mozambique cuando vio algo que le impactó. Un tiburón oceánico de punta negra que estaba a medio comer al que denominó “zombie”, donde estaba cazando presas pese a que perdió gran parte de su cuerpo. El tiburón, fue capaz de seguir nadando durante 20 minutos antes de morir.
Lebrato, en entrevista para el diario The Sun, explicó que el tiburón punta negra, cuya especie alcanza a medir apenas unos 1,6 metros, no tenía ninguna oportunidad contra sus oponentes que pueden alcanzar hasta más de 3 metros de longitud.
MIRA: Monkey Jones: El científico que trasplantó testículos de mono a humanos para que mantengan su juventud
Por esta razón, el animal daba la apariencia de ‘tiburón zombie’, como fue bautizado, ya que mutilado seguía nadando por las aguas del mar de Mozambique, mientras dejaba rastro de sangre.
Los biólogos marinos, a lo largo de la historia, se han cuestionado si los tiburones son realmente caníbales, sin embargo, como se trata de sucesos difíciles de captar no se cuenta con las pruebas suficientes para afirmarlo.
No obstante, existen algunas pruebas que hacen pensar que ello si es posible.
Además del reciente caso del llamado tiburón zombie, en 2016 se encontraron restos de dientes de crías de tiburón en las heces fosilizadas de un género extinto de tiburones, el Orthacanthus.
Asimismo, un estudio publicado recientemente demostró que los tiburones también solían enfrentarse a otros grandes animales marinos, pues se descubrió que hubo una antigua pelea entre un cachalote y el tiburón extinto más grande de todos los tiempos, el megalodón.
En la naturaleza existe un sinfín de hechos increíbles que no dejan de sorprendernos. Un ejemplo, es el parásito que convierte en zombie a los caracoles.
Esta conducta es producto de un parásito introducido dentro del caracol: el Leucochloridium Paradoxum. Este utiliza a los caracoles como transporte, tomando control de su cerebro.
Luego de tomar las riendas del cuerpo del infortunado caracol, este busca llamar la atención de las aves, para que sean devorados y así el parásito llegue al estómago de los pájaros, en donde incuban.